El seductor está condenado a huir de quien ha seducido. ¿Qué vía
escogerá? ¿La oblicua, por la que ha seducido? ¿O la línea recta, más
corta y rápida? Afortunadamente -o no- para el sedutto, a veces combina
ambas formando un radio que barre un círculo y girando sobre sí mismo,
se queda donde estaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario