viernes, 29 de abril de 2016

Una sorda e intestina guerra civil se libra entre perrunos y anti-perros. Es uno de los emblemas de la civilidad de la sociedad contemporánea. Ambos partidos consideran que encarnan los más altos valores de la comunidad. Las municiones de los anti-perros suelen ser deyecciones de los perros de los perrunos. Estos contraatacan provistos de bolsitas primorosas para la contención y amarre de los zurullos. La guerra ha terminado! (antes de empezar). Sólo hace falta alzar el cuello y la mirada hacia el Norte más civilizado y tomar buena nota.

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