lunes, 25 de julio de 2016

Se puede dudar de la existencia de Dios, pero no al modo que se puede dudar de la existencia del bosón de Higgs, éste está sometido a los procedimientos del método científico y podemos asegurar que en un tiempo por determinar quedará zanjada la polémica sobre su existencia. En cambio de Dios sabemos con certeza que nunca quedará zanjada tal polémica. Por regla general sabemos si un ente existe o no en nuestro mundo. Así no cabe la posibilidad para un ente que existe en nuestro mundo de que no exista en nuestro mundo y al revés. Las propiedades son algo que se puede tener o se puede dejar de tener. La existencia no es una propiedad, es la condición de posibilidad para un ente de tener propiedades. Así, el ente “caballo” existe en nuestro mundo y se puede decir de él que es blanco o gris o moteado o saltarín o juguetón. Y el ente “unicornio” no existe en nuestro mundo y no cabe aseverar que sea blanco o gris o … salvo en algún mundo posible pero no en nuestro mundo. Pero “Dios” es un ente mal formado, o una malformación conceptual o un monstruo conceptual. Los sueños húmedos o secos que podamos tener con él siguen siendo por supuesto de nuestra única incumbencia.

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