domingo, 13 de noviembre de 2016

Deus sive natura, Dios o la Naturaleza, que decía Spinoza. ¿Es esta una consecuencia, un siglo más tarde, de la percepción de Montaigne? Este afirmaba que había que vivir pensando constantemente en las posibles muertes que nos acechan a cada instante. De la muerte pronosticada al aplacamiento de la muerte por ejemplo rezando a la Naturaleza. Porque el Dios cristiano llama a la muerte pero el aparente panteísmo de Spinoza la aplaca, disolviéndola en la madre natura. Son reverberaciones, resonancias que unen en un mismo hilo a dos pensadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario