sábado, 27 de agosto de 2016
viernes, 26 de agosto de 2016
Los romanos, pragmáticos ellos, recordemos que crearon el imperio de la
ley, no descollaban sin embargo por sus virtudes capitalistas. Eso se
hace evidente si se considera que el tipo de fe calvinista, origen, se
dice, del capitalismo, es francamente incompatible con el genio romano.
No en vano hacían derivar el negocio, del no-ocio, nec-otio. Es curioso
que la primacía de la ley, y la consiguiente seguridad jurídica, no
generase un capitalismo avant la lettre, pero tradiciones
como la esclavitud pesaban mucho a la hora de mitificar el valor del
trabajo con la consiguiente sublimación del cuerpo, recinto limitativo
de las posibilidades de expansión del valor trabajo. A este respecto no
hay más que decir, para significar lo corporalizado del mundo romano,
que testificar o dar palabra, viene de teste, testículo, porque se daba
fe cubriendo con la mano los testículos.
viernes, 19 de agosto de 2016
Hoy es san Juan, el más psicodélico de los apóstoles como se ve en su
Apocalipsis, producto de visiones de aroma tan psicótico que atufan.
Dios podría haberle suministrado antipsicóticos, si no lo hizo, sería
por miedo a quedar a la altura de una planta química? Como es una planta química el árbol de
la Ciencia sin ir más lejos, así que Dios sí que puede aprender de sus
sucesivas experiencias, en el Alto Imperio Romano era más sabio que en
la época de Adán y Eva. Y actualmente lo es tanto que ya no le
interesamos gran cosa. Estará meditando sobre el onanismo cósmico?
miércoles, 17 de agosto de 2016
lunes, 15 de agosto de 2016
domingo, 14 de agosto de 2016
sábado, 6 de agosto de 2016
viernes, 5 de agosto de 2016
La
sensación de asfixia en el interior de la carcasa del velocípedo, que
avanzaba a la fulgurante velocidad de siete kilómetros por hora, era tan
grande que no hubo más remedio que bajar la ventanilla. Al instante se
coló en el interior un ángel que volaba bajo por el cielo de la ciudad.
Antes de morir asfixiado por el calor, son tan delicados los
ángeles...tuvo tiempo de decir: "Me he escapado de un cuadro de El
Bosco...¡ha sido horrible!". Todos los que nos apelotonábamos en el
interior dejamos fluir una lagrimita, que de lacrimal en lacrimal fue
haciendo subir la humedad hasta que constituimos un microclima tropical.
La piña colada nos esperaba en el bar del andén.
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