sábado, 7 de enero de 2017

Los niños, esos locos bajitos. Los adultos, esos niños monstruosos que por no recordar bien como con cinco años caminaban con pasos de elefante se vuelven ahora elefantes y lo pisotean todo. Así, en la cópula, un Rey mago, heraldo de los sueños hechos realidad las mañanas del 6, tiene que barritar para no alterar el orden de las cosas.

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