martes, 14 de febrero de 2017
La galleta cruje en la boca del Gran Jefe Sioux mientras contempla la
manada de bisontes que se desplaza en la lejanía. Es un regalo del
hombre blanco que quiere envolver su mente, y la de su pueblo, en una
letanía de palabras y frases sin sentido evidente. El tratado de paz con
los Sioux se firmaría y la producción de galletas caería drásticamente,
así como la línea del horizonte de los bisontes. Ah, pero el chef que
elaboró las galletas abrió restaurante en Bâton Rouge, con gran éxito de
público.
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