viernes, 31 de marzo de 2017

- ¿Seguro que somos?
- ¿Qué quieres decir?
- El ser satura el espacio, ¿cabríamos en nuestro ser?
- Mmm...¿y entonces?
- Somos vacío
- ¿Pero no pompas de jabón?
- No. Y el vacío perfecto es otra forma de llamar al ser, lo que no somos.
- Somos imperfectos, seguramente...
- Seguro, de ahí que podamos buscar la felicidad en nuestras vidas.

Y Crition y Peleas siguieron devanando al ser por lo menos, por lo menos, ad calendas graecas.




 Repetir una palabra o acción es el más primitivo de los rituales o fórmulas mágicos. A partir de ahí, todo es construcción de la humanidad: la naturaleza, las sociedades y cada uno de los seres humanos. Y todo cobra sentido, para que nada pierda su magia.





El mundo crea monstruos en la mente e imaginación, en razón directamente proporcional a la cercanía del hombre con la Tierra. Es como si nos infectara y surgiera un prurito o una inflamación. Lo que viene a manifestar algo apodíctico de por sí, la compatibilidad del hombre con el mundo, puesto que puede enfermarnos con su amor.




 La mente secuestra al mundo y le obliga a ejecutar malabares. Después, la teoría paga el rescate del mundo ya moribundo y le proporciona cuidados paliativos hasta que fallece. Pero el mundo resucitará tantas veces como quiera la mente.

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