viernes, 6 de octubre de 2017

El sudor de final de verano nos prepara para los catarros, resfríos y constipados de cambio de estación, que son, a día de hoy, las señales más fiables de la llegada del otoño astronómico, y ya casi nunca meteorológico. Actualmente el otoño es así una cuestión más individual que colectiva, recogida que expansiva. Al cabo, ¿no es de tal modo como siempre fue?

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