sábado, 23 de agosto de 2014


El esquizofrénico y el paranoico juegan desaforadamente a la vida, los neuróticos vamos de mal en peor pero ganamos y perdemos en la lotería de la vida. Sólo que yo sepa, los neuróticos obsesivos que repiten indefinidamente un mismo gesto, encarrilados sin promesa de aprendizaje por ensayo y error, invocan a la muerte. Viven en la muerte lenta, a cámara lenta, milimetrada. Son el emblema de la muerte. Emblema universal, que encarnan muchos animales en los zoos. Lo que les salva de una muerte segura es la patología, que es el rostro más crudo y bello en su imperfección de la vida.

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