sábado, 31 de agosto de 2019

Las ideas tienen movimientos lentos, propios de la moderación del pensamiento certero. Un sesgo, así, podría decirse como ira en forma de idea.

viernes, 30 de agosto de 2019

La salud es la agudeza corporal.
(Como la buena visión es la agudeza visual y cierta inteligencia es la agudeza mental)

jueves, 29 de agosto de 2019

Si navegas con galerna, estás obligado a luchar por llegar a buen puerto. Con navegación serena, sólo te esperan días iguales los unos a los otros, con lo que, de seguro, nunca arribarás a puerto.
En Francia, de Monarquía a Imperio y República porque me toca. A la caída de Luis Felipe I en 1848, se proclamó la II República Francesa que duraría poco más de dos años y a la cabeza de la cual se situó el llamado príncipe-presidente, o sea Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón I, y su heredero. 
Saltaba a la vista de todos que el príncipe-presidente, a la menor ocasión proclamaría el II Imperio, y así fue, de resultas de un golpe de Estado sobre el que disertó Marx en El 18 brumario de Luis Bonaparte, y en donde aparece la feliz frase de que la historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa.
El ya emperador Napoleón llamado III, también para recordar al Napoleón II, aquel rey de Roma, hijo de Napoleón y de la archiduquesa María Luisa, que murió joven en Austria, el nuevo emperador, digo, se dedicó a fomentar las artes e industrias francesas con todo empeño, embarcado en un Régimen dictatorial o semi-dictatorial.
Recordar aquí el Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, de Maurice Joly, periodista y pensador de la época, que puso al descubierto no pocos de los resortes del poder del II Imperio.
Casó el emperador con una condesa, la de Montijo, matrimonio que sería morganático si no fuera por el escaso lustre de la heráldica de Napoleón III.
Viene a cuento la comparación con los reyes de Suecia de una época, en la que hacía poco se había instalado la dinastía Bernadotte, que no era otra que la surgida del mariscal de Napoleón, Bernadotte, que era hijo de carniceros, según me viene a la memoria. El prestigio de Napoleón I y por extensión de sus mariscales no se transmitía a su descendencia.
Napoleón III fue poco guerrero, sólo se metió en las guerras italianas de la Unificación, y consiguió algunos enclaves territoriales, entre ellos Niza.
Su desgracia fue entrar en guerra contra Prusia, en la guerra de 1870-71. El emperador fue hecho prisionero con todo su ejército.
Se cuenta que la emperatriz, al enterarse del desastre, se escondió unos días en las buhardillas de las Tullerías, pero al parecer, podía haber abierto las puertas de palacio y salido en carroza con toda pompa, que nadie se habría dignado mover un dedo en intentar detenerla. Eugenia acabaría sus días de nuevo en París, mucho después de la muerte del emperador, en un palacete particular, disfrutando de las jugosas rentas del canal de Suez.

martes, 27 de agosto de 2019

reciprocidad (involuntaria) n.fem. Olor a feromonas.(También se dice p.ej. de la vuelta al cole: aquí se intercambian hijos por amigos como si fueran cromos).(Pero la máxima expresión de reciprocidad involuntaria es la persona (humana) que se endiosa y nos vuelve a los demás liliputienses que estorbamos).
El rescoldo es una llama insensible, que se deja apagar pero con seguro de extinción.

lunes, 26 de agosto de 2019

La invención del alma cristiana fue un gran avance antropológico. Hasta ese momento, la persona, recordemos que su etimología es máscara, era pura exterioridad. El cuerpo en la Antigüedad era muy importante, el cuerpo del que no se rebasaban sus límites, ni hacia el exterior, ni hacia el interior. Creo recordar que, por ejemplo, hasta el siglo IV D.C. algunos adelantados, religiosos, no empezaron a leer en silencio. Hasta entonces, la lectura se hacía en voz alta, incluso estando solo. El alma cristiana vino a dar una profundidad, espiritual, al cuerpo, impensable hasta la fecha. En compensación, el cuerpo fue sublimado y denostado a la vez, en un doble movimiento del que todavía hoy no nos acabamos de recuperar.

domingo, 25 de agosto de 2019

Reparar algún daño que se ha hecho es un trato de favor, visto retroactivamente. Cambiando la óptica, y situándonos en la flecha del tiempo, es un favor que uno se hace a sí mismo.

sábado, 24 de agosto de 2019

La Restauración francesa es el período que va de 1815 a 1848, con dos dinastías en el poder, los Borbones primero, y los Bourbon-Orléans después. Los dos hermanos de Luis XVI no tuvieron mucha suerte, o sí, puesto que salvaron la vida en la Revolución, con un exilio no muy notorio que terminó cuando el conde de Artois, hermano mediano del rey Luis XVI, ascendió al trono propulsado por la coalición de los Aliados, a la caída de Napoleón I, con el nombre de Luis XVIII, para denotar el reinado virtual del hijo desaparecido de Luis XVI, Luis XVII.
Pero a lo que íbamos, Luis XVIII murió sin descendencia y le heredó su hermano pequeño, el conde de Provenza, que reinó como Carlos X. A este le destronó la Revolución burguesa de 1830 que llevó en volandas al trono a Luis Felipe I, hijo de aquel duque de Orléans que, en el Terror, votó en la Asamblea como diputado que era, la muerte de su primo, el rey.
A mi siempre me ha gustado la Restauración francesa porque tiene un halo de cochambre entre encajes, como el aroma de un buen queso azul. Naturalmente era la época del laissez-faire, laissez passer (o sea barra libre al primero que llegue) y también del rojo y el negro, la alianza del Trono y del Altar.
Dejadme que acabe esta divagación recordando que en el siglo XIX, Francia sólo tuvo 30 años de gobierno republicano, o sea que la liberté, égalité, fraternité, tiene muy poquita historia. Pero lo que ha cundido en el imaginario colectivo.

jueves, 22 de agosto de 2019

La seguridad es siempre un riesgo encapsulado. En ese sentido, liberando al riesgo, encapsulamos nuestras libertades, porque el juego es de suma cero.

lunes, 19 de agosto de 2019

Un refugio nuclear es uno de los florones más grandes del egoísmo de sus propietarios. Salvo si estamos en Suiza, donde, al parecer, todo el mundo tiene acceso a uno. En este caso el egoísmo se amplía a todo un país. (¿Te imaginas un mundo post-atómico poblado solo de suizos? Es un escenario bastante apocalíptico).

domingo, 18 de agosto de 2019

De niño leí sobre los viajes del submarino atómico norteamericano Nautilus. Me impactó que al llegar bajo los hielos a los 90º Norte, el Polo Norte, diera varias vueltas en círculos alrededor de ese punto declarando que había dado las consiguientes vueltas al mundo. Sólo años después me di cuenta que podía hacer exactamente lo mismo sin salir de casa. Y tú también lo puedes hacer: Decreta que el punto alrededor del cual vas a dar vueltas es el punto 0 y circunda imaginariamente al globo terráqueo de paralelos por debajo de ese punto. Ahora da vueltas alrededor de ese punto y ya has dado tantas vueltas al mundo como vueltas hayas dado.

sábado, 17 de agosto de 2019

viernes, 16 de agosto de 2019

El universo es grande, destartalado y, generalmente, muy oscuro. Hemos decidido habitar esa mansión. Somos los primeros, que sepamos, que podemos hacerlo. Dice mucho de nosotros, como especie, que no seamos como los lemmings abocados al suicidio.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Una adicción es una suerte de atención personalizada: tratamos a nuestro cuerpo como si fuera el de un extraño, al que administramos insumos con regularidad estricta.

martes, 13 de agosto de 2019

Caso cerrado, no hay otra oportunidad para conocer: la construcción de la realidad se hace a partir de reglas prescritas por la sociedad, o una porción de la sociedad, pero no escritas. Se producen espontáneamente, -no tienen por qué ser aprendidas-, por la dinámica social, a cualquier edad.

domingo, 11 de agosto de 2019

La avellana de Tarragona, producto ilustre de la región, cotizaba en la Lonja de Reus y durante el siglo XIX se acuñó la expresión "París, Londres y Reus", para aludir a los centros neurálgicos mundiales donde se gestaban los precios del producto. 
Reus, la ciudad de los vientos, también es famosa por su hijo más ilustre, el general Prim, factótum de la política española del XIX y espadón notorio. Prim murió asesinado en un atentado en Madrid y, al menos hasta hace muy poco,se conservaba su momia en una cámara frigorífica de la ciudad catalana. ¿Sentiría nostalgia el general paseando por el callejón del Gato y comería en un cucurucho algunas avellanas de su tierra?
No consta que interviniera en la fijación de los precios, pero el poder todo lo puede, dentro de sus límites y quizá hizo planes durante el asedio de Sebastopol, en la guerra de Crimea, para inundar los bolsillos de los combatientes aliados con avellanas de Reus.

sábado, 10 de agosto de 2019

_ Si escribes, que sea en serio.
_ ¿Cómo puedo escribir?
_ No te entiendo.
_ Sí, ¿tengo que escribir desde una posición determinada? ¿Sobre la planta de un solo pie?
_ Desde luego que no.
_ ¿O bien escribo solo mientras pueda aguantar la respiración?
_ No digas tonterías.
_ ¿Y escribir en serio no es acaso algo menos sensato todavía?
_ Tú me dirás.
_ O sea, que tengo que escribir con una actitud "seria".
_ Por supuesto.
_ Yo creía que el resultado de llegar a una escritura seria no venía predeterminado por un enfoque concreto de ver la vida, o la escritura. Escribir en serio no está al alcance de quien pretenda hacer cosas serias. Es un don, gratuito, que viene como se va, y que trasciende con mucho el tono de la escritura que pretenda encauzar el presunto escritor. Es la vida en obra, la vida en progreso del escritor y eso se asemeja más a un río de lava incandescente que a embutirse un traje y corbata, metafóricos por supuesto, a la hora de escribir. Si tu escritura es ardiente, quema, entonces puedes escribir incluso desnudo que no te salvarás del progreso de la vida, de la vida en obra...puesta por escrito.

viernes, 9 de agosto de 2019

El índice de civilización de una sociedad es directamente proporcional al número de porciones anómicas (literalmente: sin norma social) que acoge en su seno. Una sociedad altamente civilizada, según este parámetro, es aquella que dispone de una trama lo suficientemente compleja y flexible como para soportar altas tasas de anomia sin desmoronarse.

jueves, 8 de agosto de 2019

El ama de casa que tensa la cuerda de la ropa puede que no sepa bien lo que hay que tensar -o destensar- en su vida. Si estuviera de acuerdo con la frase precedente, sería un ama de casa sin barrer, y no podría decir eso de "hoy por ti, mañana por mi".

miércoles, 7 de agosto de 2019

Filosofa quien dirige su habla o su escritura más allá de la ciencia y más acá de la vida. Es, así, el saber que no quiere saber nada pero que tira de la correa de su dueño.

martes, 6 de agosto de 2019

A cuenta del post de hoy de Claudio Fabián paso a hacer algunas glosas. Valorar a una persona próxima es como abrir una ventana para entrar en su intimidad. Valorar es querer con argumentos, aunque estos no estén explicitados, pero podrían estarlo dado el caso. 
El valor de una persona viene implícito en su aprecio, en su trato y en la forma en que comparte nuestra vida. Valorar es tasar, y tasar bien es dar la importancia precisa a lo que la tiene. 
El peso de esa persona es lo que hace equilibrar la balanza afectiva, así que uno mismo debe pesar lo suficiente en el otro platillo para que no se descompense. Tanto vales, tanto valgo, es el axioma del buen afecto.
Publicado en Facebook por Claudio Fabián:
El cerebro no puede valorar en profundidad a todas las personas con las que interactuamos. A la mayoría más o menos las clasificamos de un modo automático, casi por intuición. Sería una pérdida de energía enorme evaluar afectivamente al camarero del bar, al chofer del bus, los vecinos, a todas las compañeras del trabajo, etc.
El cerebro agudiza la capacidad de valorar para las pocas personas que tenemos cerca en nuestra vida afectiva personal, con quienes hay un sano vínculo emocional o convivencia.
Esto se puede ver distorsionado en la personalidad egoísta o narcisista, que solo se valora a sí misma, y no le queda energía para valorar a otros.

lunes, 5 de agosto de 2019

El lecho es redención de noctámbulos, guarida de soñolientos y mar bravía de amantes. Refugio de ingenuos moradores de las sábanas y atril de sinfonías románticas. Pura música celestial.

sábado, 3 de agosto de 2019

La pequeña isla de los Faisanes en el río Bidasoa, frontera natural entre España y Francia es famosa sobre todo por el hecho de que allí, en territorio neutral, se celebrara el encuentro entre Luis XIV y Felipe IV, de resultas de la Paz de los Pirineos. El encuentro se celebró en una gran tienda situada en el centro de la isla. Felipe IV iba acompañado por la infanta María Teresa, su hija, que iba a contraer matrimonio con Luis XIV. 
En esa época, los territorios estaban todavía simbólicamente adscritos a las personas de los soberanos y de su familia. Así, la infanta fue despojada de sus vestiduras españolas y de cualquier otro objeto antes de ser revestida de las pompas francesas. No podía portar nada español en su nueva vida pues ello hubiera significado una injerencia diplomática o, peor aún, el estado de guerra por la introducción de un pequeño ejército de enseres español en Francia.
Actualmente, de resultas de un tratado de 1856, dos virreyes, uno español y uno francés, se reparten alternativamente el dominio de la isla de los Faisanes cada seis meses. El cargo de virrey tiene competencias legislativas y ejecutivas a lo largo del Bidasoa y de su desembocadura.
La infanta, luego reina, María Teresa, fue despojada de todo y convertida durante un instante en paria de la Tierra en esa isla. Fue reducida a la nada para que pudiese pasar del cero al infinito por la magnanimidad del que iba a ser su marido, y rey. Es curioso que ese lugar, sea hoy un sistema de ecuaciones diferenciales que pasa, por así decir, de un punto medio al cero y otra vez a un punto medio. Podría hablarse en cierto modo, de una herencia de la infanta, que se ha puesto al día cuando ya no hay absolutos políticos y sí aurea mediocritas.

viernes, 2 de agosto de 2019

Si hablamos en términos de memoria, la pasión sería el equivalente del recuerdo sin fin. Y la mesura en la memoria, no recordar nada sencillamente, pues el ejercicio de intentar no recordar tonifica la mente y la templa.

jueves, 1 de agosto de 2019

Muchas pequeñas y medianas editoriales españolas han ido desapareciendo con el correr de los años. Me acuerdo ahora de Tusquets, fundada por Esther Tusquets, que era escritora también. Y leí un par de novelas suyas. Me gustaron. 
Hace treinta o treinta y cinco años me dijeron que yo escribía como ella. Me sorprendí un instante. Era la de Tusquets una escritura prieta conceptualmente y algo ceñuda. Sí, me reconocí. 
Yo soy (yo fui) Esther Tusquets, como decía Flaubert que él era Mme. de Bovary. Aunque lo mío tenía otro mérito, o no, mimetizarme como el mar de todos los veranos con una persona real. ¿Quién era la sombra de quién? Seguramente yo era sombra y Esther era luz. Sí, seguro.