viernes, 30 de noviembre de 2018

La lotería es al Estado un atributo de la monarquía absoluta. Fue durante el despotismo ilustrado, a finales del XVIII, cuando se instauró esta forma de juego. El Estado sigue siendo el Leviatán de Hobbes, adaptado como mucho al homo ludens contemporáneo, que tiene por lema "Si las cosas te resultan fáciles, no desconfíes demasiado: quizá es que te estás divirtiendo". Y así evita verse reflejado en el espejo del paso de la Historia.

martes, 27 de noviembre de 2018

Si eres generoso, podrás tirar alguna piedra contra tu propio tejado. Si eres valiente, subirás a repararlo.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Hacer cosas sin pensar es como jugar a una ruleta trucada: la banca siempre gana. La banca, suprema entidad omnímoda, de la que podemos aprovecharnos haciendo un agujerito con un berbiquí en su caja de caudales para que mane una chorrillo de sensaciones aleteantes que quizá, puede que nos lleven en volandas.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Si se trazase un canal por la geometría de la sinrazón, las travesías serían imposibles debido a las constantes tempestades. Por eso un punto -en tal geometría- equivale a sembrar un acto de fe, pero la locura frígida y aleve lo embargaría pronto y se escindiría en dos o en infinitos puntos. Y así, vuelta a empezar.

lunes, 19 de noviembre de 2018

El secreto de Rossini (Sabéis? El secreto de su música está en ocupar todas las oquedades del silencio para colmatar la sensibilidad y así lograr que su música inficione fácilmente nuestro cuerpo)...


Y el de Cherubini (la acentuación, tan dramatizada -para los cánones de su época-, que acuchilla y recorta el tejido auditivo, si lo hubiera, en fantásticos bordados)...


Se mezclan inextricablemente en mi imaginación. Pero, a cada uno lo suyo.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Cuanto más breve pueda hacerse la semblanza de una persona (hasta la banalidad, si es preciso degustarla), mayor fidelidad tendrá su epitafio (que puede trazarse al final de cada día). Y en el corazón de los vivos, incluido él mismo mientras lo sea, quedará como un ser importante y foco de atención. Pues la buena conjugación entre semblanza y epitafio garantiza la menor difuminación posible de una vida, lanzada como saeta, certera y no desviada, hacia la diana nuestra de cada día.

viernes, 16 de noviembre de 2018

La vida se retuerce como una serpiente que se mordiese la cola y formase un cero que, redondeado, girase y girase por los campos. Su mejor destino sería toparse con otra rueda que viniese por el camino para formar un ocho recostado, símbolo del infinito...

domingo, 11 de noviembre de 2018

La tonalidad de fa mayor expresa nuestros mejores sentimientos, entre ellos, el amor. Bach tiene, en su correlativo tono menor, el re menor, la Tocata y Fuga para órgano más famosa del mundo, esa que todos conocemos. El re menor es muy adecuado para expresar devoción y piedad. Creo que la confianza es lo que uniría esos dos modos mayor y menor, pues cuánto más se confía, mejor se ama, aumentando la devoción y la piedad por la persona amada. Y eso es lo que expresa la música, pues el paso sin discontinuidad entre el modo mayor y el menor se hace en la plena confianza de que el auditor no sentirá ninguna disrupción o choque sentimental que altere su escucha.

https://www.youtube.com/watch?v=ho9rZjlsyYY

sábado, 10 de noviembre de 2018

- Si tienes suerte serás viejo.
- ¿Suerte? Yo diría que si me aburro lo suficiente llegaré a viejo.
- Depende de cómo lo veas.
- Sí, pero, ¿y si le echo unas risas a la vida? ¿Moriré en el empeño?
- No creo, seguramente, de todas, todas, llegues a viejo.
- Matusalenes del mundo, uníos.
- Va para largo, sí...
- Pero yo no quiero...
- ¿Qué?
- Morir en el empeño.
- Amigo, es un juego ineluctable.
- Sí, y si juego bien, me tumbaré para no dormir.
- Dormir...sin duda.
- Anda, no seas pesado y déjame dormir. ¡Buenas noches!
- Buenas noches (y apagó la luz).
Poco después ambos dormían, pero soñaban sin estar del todo despiertos.

lunes, 5 de noviembre de 2018

La estupidización e infantilización generalizadas son la norma para este capitalismo de deglución, más que líquido. Es una papilla, compuesta de múltiples ingredientes, convenientemente molturada y triturada para que pase por todos los gaznates sin esfuerzo. Esto es importante, la minimización del esfuerzo, el minimalismo de la actividad. Porque, en principio fue la Acción, y luego el Verbo, ...y luego la papilla.

domingo, 4 de noviembre de 2018







La papilla

La estupidización e infantilización generalizadas son norma para este capitalismo de deglución, más que líquido. Estamos ante una carrera de armamentos en la que las armas pesadas son cientos, si no miles de elementos diversos de la vida diaria, reunidos bajo una misma y extraña forma.

Molturados y triturados, forman una papilla que resbala mejor por cualquier gaznate. Se reúnen formando un vector que tiende a discurrir garganta abajo de todos y cada uno de los que conformamos la globalización económica.

Anteriormente, la vida había discurrido por sus cauces inmemoriales, de renuncia, de sueños, de esfuerzo y de escasez. Pero ahora, todo es deglutido fácilmente a mayor gloria del capitalismo felizmente reinante.

No queda nada fuera del sistema, cubre todas las áreas, políticas, económicas, culturales, sociales. Todo se ha economicizado y tasado, reduciéndose a papilla.

No deja de ser paradójico que en el momento de mayor bienestar mundial en términos absolutos, todo se vaya literalmente, por el desagüe. Todo fluye en catarata, cuerpo abajo de cada uno de nosotros.

Y para mejor facilitar la operación, la transposición psicológica del sistema fisiológico-económico es la cada vez mayor estupidez e infantilismo que aquejan a los habitantes del globo.

No se podía esperar otra resultante de la disminución en cascada de los riesgos vitales, y dificultades para insertarnos en el sistema. Con todas sus características de adelgazamiento económico de las clases medias y bajas occidentales. ¿Qué otra cosa se puede esperar de semejante diarrea continua?

Psicológicamente hablando, nos hallamos en el mejor de los mundos posibles, provistos todos de instrumentos de control y adecuación ideológicos, en forma nudamente individual. Sí, me estoy refiriendo a los teléfonos móviles.

En sueños no renunciamos a nada, y vivimos en vigilia en un mundo de ensoñación perpetua, los mundos virtuales. Somos así, felices. Si materialmente, como ya he dicho, puede haber carencias, eso no importa para el durmiente.

La papilla se desliza lenta y fluidamente garganta abajo. Se miniminiza el esfuerzo, se minimaliza la actividad. Esto es importante para poder seguir durmiendo.

Si en el principio fue la Acción, y luego el Verbo, ahora es ...la papilla.






sábado, 3 de noviembre de 2018

Recorriendo los solitarios pasillos de un hospital, de noche, tras salir de tu habitación en una expedición en busca de una lejana máquina expendedora de tu golosina favorita en aquel momento, sientes que comprendes el mundo y su funcionamiento. 
Es volver a la infancia exploradora pero con muchas características del estado adulto incorporadas. El mundo se cierra sobre sí mismo, acogiéndote cálido, y al tiempo sientes la responsabilidad derivada del hecho de que has sufrido un grave percance y te encuentras asumiéndolo y superándolo.
Sí, mi estancia en el hospital fue una doble llamada de atención, hacia el niño que todavía llevo dentro y hacia el futuro circunstancialmente despejado de incertidumbres.
(Cuando salí y terminó esa experiencia estuve mucho tiempo vagando en derredor de mi mismo, desorientado y sin música interior. Comprendía que aquello no hubiera podido durar mucho más, pero me hacía darme cuenta del extraño mundo que había ahí fuera).