miércoles, 22 de septiembre de 2021

Según parece, la muerte siempre llega a tiempo. Y es que no nos atreveremos a pedirle la hora...

sábado, 11 de septiembre de 2021

A mi me habían enseñado de chico que el famoso laissez-faire, la había lanzado al aire un ministro francés de la Restauración (francesa). O sea, en pleno liberalismo económico y político decimonónico. Cuál no ha sido mi sorpresa, al enterarme que la frasecita que, completa, dice: laissez-faire, laissez passer, le monde va de lui-même (traducción: dejad hacer, dejad pasar, el mundo se mueve solo), la escribió un fisiócrata también francés del siglo XVIII, casi cien años antes. Antes de Adam Smith! Es decir, que la masa crítica de talento que acarrea la frasecita es muy superior. Pero ahora mismo acabo de dar otra vuelta de tuerca, resulta que el tal ministro francés no es famoso por este dicterio, sino por haber dicho:"Enrichissez-vous!" (Enriqueceos). Lo sabía, claro que lo sabía...y, ¿desde cuándo enlacé este recuerdo (del ministro Guizot) transformándolo y retorciéndolo de tal manera? Desde luego, son parte de la misma familia conceptual, pero hay que dar al fisiócrata, lo que es del fisiócrata. Quizá, cavilo, al resultarme bastante penosos ambos adagios, resolví asesinar intelectualmente a su inspirador, para quitarle el prestigio de la profecía intelectual. Ya tiene mérito haberla expresado en pleno Antiguo Régimen! Se adelantó casi cien años a su caldo de cultivo natural. Reconozco que si se hubiera acuñado doscientos o doscientos cincuenta años después, despojada de la ganga moral del trabajo en fábricas de bastante más de doce horas al día, o del trabajo infantil en las mismas condiciones, no renegaría tanto de ella. Pero es que los tiempos del (neo) liberalismo son algo más propicios a la comedia (ni que sea dramática) que a la tragedia.