martes, 30 de marzo de 2021

Se ha querido presentar a veces a la psicología como una vuelta a los orígenes, cuando si es algo es un arma cargada de futuro. Hacer más que hablar, aproximándose a nuestro ideal de persona y de conducta, debe ser su norte. La psicología más como función que como forma, podría también argüirse. Mirad, en el día de hoy, que conmemora a san Raimundo Lulio, quien por sus teorías medievales de aroma cabalístico expuestas en tablas que permutan símbolos para generar todo el conocimiento de su época ha sido considerado el santo patrón de la moderna lógica combinatoria, se nos muestra el ejemplo de un gran conocedor de la función simbólica. Y a tal seriedad del conocimiento debería poder aspirar la, a día de hoy, non sancta psicología, de verbo impúdico muchas veces, que no de conducta intachable.

viernes, 19 de marzo de 2021

Los hilos de la vida son tan largos que a veces parecen interminables... Ya bien sabemos que no es así. La fatiga de vivir rezuma de falta de afectos, pero, a veces, también es consecuencia de mucho afecto derramado... La muerte de alguien querido se lleva por delante todo el tarro de las píldoras de nuestra vida. Y generalmente no tenemos la paciencia de devolver, una a una, todas las píldoras al tarro.

domingo, 7 de marzo de 2021

La mente no domina al cuerpo...la reina Isabel II, la española y decimonónica, cierto día le asestó a un general (o almirante) una sonora bofetada, llevada de la indignación. Este, respondió que "manos blancas no ofenden". Pero los cuerpos del tal general y de la tal reina se enredaron una y tantas otras veces, antes o después, no recuerdo. Y la mente que, aleteante, dijo tal frase o mantra, no regía, no... Otro ejemplo. El lecho de Procusto. Los cuerpos que se aserraban, por los pies, no cupieron en la cabeza de ningún pintor (yo, al menos, no tengo en la cabeza a ninguno, lo que no es ninguna garantía, por cierto, pero es otro ejemplo sobrevenido). Por último, y no menos importante, el cuerpo sí domina a la mente. Quien haya puesto atención y seguido la lectura hasta aquí, ha visto por lo menos a una reina y a un general (en su mente) y, para pasmo general, no le han mandado nada (a su cuerpo). Con lo que, tu cuerpo, estimado lector, ha gozado casi de 30 segundos de independencia y solaz, que habrá aprovechado convenientemente.