viernes, 30 de diciembre de 2016
Los viajes en tren de alta velocidad (hasta 300-350 km/h) son tan
placenteros, de suave tránsito y célere paisaje que te hacen pensar
muchas veces, sumido en la parálisis de la relajación provocada por esos
elementos antedichos, si no valdría la pena hacer una y otra vez el
trayecto sin llegar nunca a destino (ni a origen). Así, son la metáfora
de la vida, de la buena vida que no se preocupa más que por el vivir. Y
un guiño por su decoración interior y atrezzo a 2001, la película, que
es mi particular origen (empecé a nacer a la vida consciente en 1968
viendo su estreno) y seguramente también mi meta.
miércoles, 28 de diciembre de 2016
La
huella de la bota sobre la nieve encerraba un misterio que Alex tenía
que desvelar para seguir caminando con cierto temple a la altura de los
pasos helados. "El pie está cristalizado", pensó. Así reducía la imagen
de la huella de la bota perfectamente encapsulada en la materia
cristalizada. "¿No será una huella de Blancanieves?", pensó con un punto
de angustia mal acallada por imágenes waltdisneyanas que acudían a su
mente. Y mientras esto se decía, trastabilló y casi se cayó sobre la
blanda nieve. Risueño tras el mal paso, Alex ya sabía lo que le tenía
que contestar a la esfinge de los hielos. "Antes incluso de que me
pregunte", se dijo ufano.
domingo, 18 de diciembre de 2016
La provincia canadiense de Saskatchewan tiene una característica que la
diferencia de sus vecinas, y son los vientos chinook, cálidos y húmedos
que soplan del sur y proporcionan unos inviernos inusualmente cálidos
para la zona. Así reza en el Museo de las Civilizaciones de Ottawa, en
una placa situada a cierta altura sobre las cabezas de los visitantes
que hace mirar al norte desde un punto situado algo más al sur cálido de
sangre y espeso de humores como es el cuerpo de cada cual.
viernes, 16 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
El lenguaje se comporta como si fuera el dueño de la llave que abre y
cierra la vida humana. Nada podemos hacer sin él y él sólo existe porque
somos. Simbiosis? Puede ser. Pero hay una trampa y es que nada hay
fuera del lenguaje. Ni siquiera pensamiento...Eso quisiera él. Él, como
si fuera el amante, la bestia armada que nos seduce, y acaso no es así?
lunes, 12 de diciembre de 2016
Sólo
un escarabajo pelotero sabe lo que es el mundo (lo hace rodar). Pensaba
el jilguero mientras veía todo desde lo alto de su rama y sopesaba
devorar al escarabajo. Mientras un niño provisto de una honda se
acercaba al árbol. ¿Habría carambola?...Eres fácilmente manipulable,
sólo hace falta que pienses que la vida tiene unas instrucciones de uso.
viernes, 9 de diciembre de 2016
La lotería es al Estado un atributo de la monarquía absoluta. Fue
durante el despotismo ilustrado, a finales del XVIII, cuando se instauró
esta forma de juego. Así, nos recuerda que el Estado moderno se
conforma mediante una sucesión de estratos geológico-políticos, en el
que ninguno es negado, a lo sumo ocultado por otro estrato superior. El
Estado sigue siendo el Leviatán de Hobbes, adaptado como mucho al homo
ludens contemporáneo que juega a no saber reconocerse en un muy antiguo
espejo: el de la corriente de la Historia.
lunes, 5 de diciembre de 2016
sábado, 3 de diciembre de 2016
"Gracias por salvar mi medio codo", así consta inscrito en el ex-voto
hallado en las ruinas del templo de Hércules en la antigua Cádiz romana,
y que viene a señalar a un priápico creyente en las bondades hercúleas
de su muy prominente miembro viril, quizá mucho más que en las
correspondientes bondades del audaz semi-dios.
domingo, 27 de noviembre de 2016
La
luciérnaga se asomó al mar sin fondo del pozo del patio. El joven
Víctor la miraba con mal disimulado rebozo. No tendría más de seis años
cuando sus padres le condujeron a la ciudad de Madrid, en el séquito de
José Bonaparte. Los días promisorios del nuevo reinado acompañaron la
breve estancia, conjugados con la tragedia que arrastraba la situación
vital en que se encontraban. No creo que le quedase al escritor Víctor
Hugo mucho de aquellos días matritenses, pero sí que se llevó consigo,
de retorno a Francia, la luz en su mirada de aquella luciérnaga, asomada
a tales abismos.
jueves, 24 de noviembre de 2016
Una
vida plena de nada
Un
amigo me preguntó qué creía que era, “un cuasi fantasma”, le
respondí yo, “porque no llego a ser espíritu puro”. Pero me
consideraba un cuasi muerto en vida durante buena parte de mi edad
adulta.
Eso
ha pasado, a Dios gracias, y ahora me considero un ente de carne y
hueso, y saliva y sexo. Pero durante los últimos quince o veinte
años me enclaustré en mis habitaciones y llevé a cabo ritos de
rigurosa dictadura metronómica.
Ir
y volver del trabajo, salir lo menos posible de mi casa, dormir mucho
y soñar poco, comer frugalmente y distenderme en soledad, que al
principio fue pesarosa pero después se fue haciendo más y más
armónica.
La
experiencia de la madurez...que me ha llevado a vivir en la nada
durante eones, con eras glaciares incluidas y algún que otro
recalentón climático. Pero la nada ha sido mi más perfecta
compañera de viaje.
La
nada como muchas de las travesías de “2001, una odisea en el
espacio”, película esta en que se paladea, se degustan los mil
sabores de la nada, aderezados de una leve historia que la reboza.
Otro
apunte biográfico: nací a la vida real en ocasión del visionado
del estreno en 1968 de esa película de Kubrick. Recuerdo
perfectamente que mi padre me llevó en coche a la sesión matinal de
un cine del centro de Bilbao.
Cine
cómodo, de butacas amplias y acogedoras y cinerama o cinemascope o
algo así. Yo tenía seis años y toda una vida por delante. No sabía
naturalmente, que esa vida había de estar plena de nada.
No
sólo de nada vive el hombre, normalmente se acompaña en su decurso
de angustia, que psicológicamente es su correlato. Viví desde la
adolescencia instalado en esa angustia que me llevaba de aquí para
allá, baqueteado como en un tranvía antiguo.
Y
llené la nada de adicciones que se me iban vaciando en vértigos
angustiosos. Era un constante reponer y perder, rellenar y vaciar.
Agotador ciclo vital que empezó a decantarse llegados prácticamente
a mis cuarentas.
Y
la nada se hizo hogar y cobijo y mantita para dormir la siesta bien
arropado. Empezó a cursar con mucho aburrimiento, el correlato de la
tranquilidad de los intranquilos de espíritu.
Poco
a poco, decantándose con los años y la experiencia vital, la nada
se fue haciendo tan habitable que, de tan mullida insonorizaba por
así decir, los embates del aburrimiento. Y pasó a hacerse estado
del espíritu, venciendo a la angustia.
La
nada como relleno del alma fue mi respuesta durante cerca de una
década a las demandas vitales y espirituales de mi entorno. No
concebía ya otra salida para mi vida, el tiempo se detuvo y mi cara,
milagrosamente, no se llenó de arrugas.
Sólo
muy recientemente, como ya dije, empecé a superar ese estado de
hibernación, sosiego y parálisis, todo en uno que me acogió y
moldeó mi vida entera durante tanto, tantísimo tiempo.
Pero
este decurso de extremos rigurosos es sencillamente el epítome de un
estado de cosas, vitales y espirituales, que de tan común y
corriente nos resulta ya anodino y gastado en sí mismo.
En
efecto, la nada se ha ido convirtiendo en el relleno de la muñeca
que nos han proporcionado para nuestro juego y deleite en este mundo.
Se manifieste de la forma que sea, se travista como sea, es la cifra
y señal de la civilización en nuestros días.
La
nada y la angustia, por supuesto. Que son la mayor parte de las veces
acompañantes inseparables, diióscuros implacables. Todo el siglo XX
ha estado marcado por la angustia existencial.
El
siglo XXI, por lo poco que llevamos, parece encaminado a representar
esa segunda etapa ejemplificada en mi propia nada, la del
aburrimiento y posterior mullido acomodo acogedor.
Las
redes sociales son un magnífico ejemplo de esa nada sublimada en
experiencias virtuales, sobredorada de ricas pompas de jabón
psicológicas. Es la nada que empieza a desperezarse del bostezo del
aburrimiento.
O
quizá, por mejor decir, el aburrimiento que muestra su lado más
alegre y sociable, por así decir. Porque hay mucho aburrimiento
condensado en las redes y destiñe en ingeniosidades y gaps verbales.
Pero
la entera maquinaria de la vida humana en sociedad, conforma el
recorrido riguroso de unos engranajes que, a cada muesca, dibujan el
aburrimiento y la soledad, bien que quizá magníficamente
acompañada.
La
soledad es la otra cara de la moneda de la nada y de la angustia.
Todavía nuestros contemporáneos no saben, en su mayor parte,
manejarse adecuadamente con ella, pero seguramente todo se andará y
aprenderán a convivir con esa entidad.
Que
no es sino la supuración, como vengo repitiendo, del estado
espiritual y anímico más corriente de nuestra época. Cada vez más
gente vive sola o mal acompañada. Una familia es quizá, hoy en día,
corrientemente un compendio de soledades.
Pero
no hay que dudar que como les ha ocurrido a ejemplares individuales
como es mi caso, le ocurrirá al conjunto de la sociedad en un plazo
más o menos breve.
Lo
que no acierto a atisbar es si la sociedad del postrero siglo XXI
llegará a despertar del arrullo algodonoso en que se habrá
convertido su nada para revivir, resurgir a la vida y despertar de
nuevo, esplendorosa.
Lo
único que nos queda es el tiempo, finalmente. Tiempo que se nos va y
tiempo en el que nos quedamos ya por siempre jamás. No sabemos si
hallaremos la salida del museo en que se va a a ir convirtiendo
nuestras vidas.
Pero
en cualquier caso es perfectamente posible, y viable, que así sea,
en un futuro más o menos lejano, aquí o quizá ya en Marte o en
alguna luna de Júpiter.
Imaginemos
el desperezarse legendario de un minero en una base en algún
asteroide, a la espera siempre de noticias de la Tierra y que, cierto
día, se da cuenta de que su espléndido aislamiento es el caldo de
cultivo ideal para una planta: la vida.
Su
propia vida renacida y poderosa, ramificada de nuevo en esplendor y
colorido de rica paleta primaveral. Quizá la estación espacial esté
programada para vivir una primavera perpetua.
Quizá...Seguramente
abandonaremos el nihilismo a lo largo de este nuestro siglo y
aspiraremos de nuevo la flor de la perennidad vital y espiritual, con
aromas intensos y fragantes.
Como
sólo lo fueron alguna vez en el pasado. Sí, ese pasado que todavía
acoge nuestra memoria histórica, que no vital, y que nos ofrece
ejemplos de vidas que fueron plenas y gozosas.
¿Sabremos
disfrutar sin retención de líquidos espirituales? Ojalá.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Quiso la historia musical que el nombre de Ana Magdalena Bach pasara
asociado al cuaderno de obras del maestro que armase con tanto mimo para
encauzar y propiciar los rituales diarios de la familia. Ana, su
segunda esposa, morirá pobre, desposeída y atendida por los vecinos,
pero siempre tendrá un asiento, a la diestra del dios Bach padre, por
todas las ocasiones en que tocase al clave su música. El gran hormiguero
en el que vivimos se encuentra al final de las huellas de pisadas sobre
la nieve de la memoria colectiva, una de las cuales se va desmigando
poco a poco a los sones de la música que contiene el Cuaderno de Ana
Magdalena Bach.
domingo, 20 de noviembre de 2016
El Minotauro sueña en su laberinto que se ve reflejado en un espejo y se
reconoce como hijo del rey Minos. Asustado, al despertar busca en la
oscuridad de su recinto y encuentra, pues tiene bien aguzados los
sentidos, un hilo que corre por el suelo. No sabe ahora si está soñando o
está despierto. ¿Importa acaso? Piensa en Teseo y Ariadna y no los ve
partir, enamorados. El Minotauro calla, porque no tiene voz, y recorre
su laberinto. Juega en silencio al juego del laberinto y siempre gana
porque está enfermo. Y la sangre de las doncellas de Atenas no le
aplacará.
viernes, 18 de noviembre de 2016
martes, 15 de noviembre de 2016
En
época napoleónica, Arago fue uno de los componentes de la expedición
que intentaba medir una parte del meridiano de París, que pasa por
Barcelona, y se encontró metido de hoz y coz en las redes del
bandolerismo hispano. El mismo Arago, años después, puso en ridículo a
un marino, en el Instituto de Francia, que afirmaba haber visto olas de
20 m. El sabio pontificó que no podía haber olas de más de 7 u 8
metros...Del mismo modo que Arago hizo mal aplicando a la ciencia el sentido
común, ¿actuó mal años antes en España cuando aplicó la ciencia a
ámbitos que debían estar regidos por el sentido común? Quizá sólo nos
podría responder el espíritu de Napoleón, propiciador último de tal
partida científica, pero este se dejó envenenar en Santa Elena (lo
podemos conjeturar), para dejar que el bandolerismo de Estado campara a
sus anchas. La ciencia, esta vez química, y el bandolerismo otra vez
estrechamente unidos...
domingo, 13 de noviembre de 2016
Deus sive natura, Dios o la Naturaleza, que decía Spinoza. ¿Es esta una
consecuencia, un siglo más tarde, de la percepción de Montaigne? Este
afirmaba que había que vivir pensando constantemente en las posibles
muertes que nos acechan a cada instante. De la muerte pronosticada al
aplacamiento de la muerte por ejemplo rezando a la Naturaleza. Porque el
Dios cristiano llama a la muerte pero el aparente panteísmo de Spinoza
la aplaca, disolviéndola en la madre natura. Son reverberaciones,
resonancias que unen en un mismo hilo a dos pensadores.
sábado, 12 de noviembre de 2016
La lava manaba fluida del cráter del Kilauea y se derramaba lenta y
constantemente por sus laderas. Contemplado a distancia prudencial, se
dejaba comparar al pensador contumaz y persistente que deja rebosar sus
pensamientos hasta llenar el ambiente y contraponerlo de una tacada al
volcán de tipo vesubiano, por ejemplo, de erupciones violentas, y que
vendría a representar al jugador del ajedrez ideacional que encadena
combinaciones constantes hasta alcanzar la victoria -o derrota- final de
su pensamiento. Afortunadamente, se dijo el observador, estoy en Hawai y
no en las antípodas de mi razonar.
domingo, 30 de octubre de 2016
Pongamos
que hablo de Balzac. ¿Su gran fresco "La comedia humana" era para él
más ciencia que literatura? Lo da la época, principios del XIX, Balzac
se propone elaborar una síntesis y categorización de las pasiones y
afectos humanos, con bisturí de cirujano y aguja de entomólogo.
¿Ilusión? Quizá, pero el resultado no es menos admirable a casi
doscientos años vista: la literatura vista por sí misma.
lunes, 24 de octubre de 2016
viernes, 21 de octubre de 2016
martes, 18 de octubre de 2016
domingo, 16 de octubre de 2016
La república laica en América, Uruguay. Lo fue y quedan vestigios pese a
que ya haya perdido fuerza impulsora como idea tractora para nuevos
valores políticos y sociales del paisito, como dicen los argentinos. Me
dicen, no me susurran, que está poblada por hipócritas. Algún observador
español de buena vista me proporciona el dato. Si fuera cierto, ¿sería
por obra de la regresión, económica en primer lugar, de los últimos
cincuenta años? Cuando fui, pasé fugazmente, vi un país congelado en el
tiempo, hace ya bastantes años de esto. ¿Será que el aparato
refrigerador que lo contiene está averiado y se pudren los alimentos?
Seguramente no lo sepa nunca, pero queda viva la añoranza por la costa
atlántica y sus Atlántidas utópicas de pintores y artistas.
viernes, 14 de octubre de 2016
miércoles, 12 de octubre de 2016
Borges, escribiendo "Ficciones" tuvo una visión: el mundo se
empequeñecía hasta quedar reducido a un punto y luego se expandía
indefinidamente. "¿Desde cuando las visiones místicas son partículas
elementales de la ficción?", se dijo, y continuó con su labor
quedamente. No sé si sabía que él era el mundo y el mundo era él.
martes, 11 de octubre de 2016
Sentada en su taburete puesto sobre la surgencia de las emanaciones de
gases tóxicos está colgada la Pitia en el santuario de Delfos. Sus
gritos de paroxismo son interpretados por los sacerdotes que emiten el
oráculo. Hoy día la estadística permite hacer predicciones, con un
margen de error, también definido probabilísticamente. La ciencia nos
salva...Pero en el margen de error entra la Pitia y su injustificada
ciencia.
domingo, 9 de octubre de 2016
Vivir
es abrir la memoria, o no dejarla cerrarse, ocluirse, y matar sin miedo
a los moribundos y resucitar con ansia a los siemprevivos. Pero seguir
vivos es seguir recordando y urgiendo al recuerdo a que nos alcance
siempre allá donde nos encontremos.
Seremos una y otra vez lo que ya hemos sido casi sin darnos cuenta de
que nuestras vidas no son más que repetición de nuestras mismas vidas
mientras seamos fieles a nosotros mismos. Vivir es recordar porque
siempre estamos recorriendo los mismos caminos, saltando de uno a otro, y
haciéndonos mientras nos deshacemos.
jueves, 6 de octubre de 2016
El latín no es una lengua muerta, la prueba es que es el idioma oficial
de un Estado, la Ciudad del Vaticano, pero no puede tener ya
descendencia legítima: sus hijas hace ya mucho que abandonaron el
"nido". Sin embargo, es la única lengua en que se puede decir el nombre
de la rosa, "rosa, rosae", sin mentir ni a la rosa ni a quien vaya
dirigido el mensaje, pues no puede obtener beneficios, ni en
consecuencia generar pérdidas, de la emisión de sus fonemas al ser una
lengua sin tierra, luego desenterradas sus raíces y su conexión con la
vida nuestra. Y sólo lo que no es objeto de comercio, sea real o
metafórico, puede decir verdad.
lunes, 3 de octubre de 2016
El letargo
“Siempre es uno”, se camelaba Victoriano a sí mismo mientras deshinchaba la rueda de la bicicleta. Seguro de caminar equilibrado, contuvo el aliento al imaginar la proeza de atravesar sobre un alambre las cataratas del Niágara. Sí, siempre era uno mismo en las ensoñaciones tan frecuentes en las que se recreaba sin rebozo espiritual alguno. Porque Victoriano vivía para soñar despierto y no concebía otra vida que la vida soñada. Era un experto durmiente que programaba meticulosamente sus sueños -y alguna pesadilla- con talento de regidor.
Esa rueda...era un elemento discordante en la bien rodada vida soñada de Victoriano. Daba largos paseos en bicicleta recorriendo siempre los mismos barrios y andurriales de la ciudad. Pero la rueda trasera empezó a enflaquecer, a ganar en flaccidez. Y por más que la revisaba, la cámara, recauchutados, presión de aire adecuada...no lograba ya pasear a gusto.
Victoriano, hombre de hábitos bien marcados, no concebía que el mundo le opusiera una resistencia notable. Su regularidad en los asaltos del combate de boxeo que era la vida le salvaba de ser noqueado y su agilidad, cultivada mediante la versatilidad soñadora, le libraba de duros golpes. Por eso le parecía que la rueda le tomaba el pelo.
Exactamente, eso. La rueda se había propuesto desprogramarle la vida. Y Victoriano sabía que aquello no lo podría solucionar deshaciéndose de la rueda. Eso sería postergar, diferir el problema que la rueda representaba o simbolizaba, encarnizadamente. Todavía seguro de sí mismo, Victoriano soñó con la rueda. Preparaba sueños poliédricos, de escenarios en espiral ascendentes o descendentes, pero siempre manipulándola.
Creía sinceramente que, puesto que la vida es sueño, los sueños hacen a la vida. Pero día tras día, la rueda seguía dándole problemas. Victoriano vivía solo casi desde que empezó a soñar despierto, desde su juventud. Se llegó a preguntar si la rueda no sería un reflejo de su vida de la que hábilmente había logrado despejar cualquier oportunidad de vivir en pareja.
Sí, la vida podía estar devolviéndole los golpes que en solitario no le había podido propinar, a través de un Otro que era un objeto, no una persona a la que pudiera apartar de su lado. Empezó a soñar con ruedas antropomórficas, una suerte de Venus-Michelin. De la noche a la mañana empezó a sentir predilección por las mulatas del barrio. Victoriano casi nunca se había fijado en las mujeres. ¿Le habría llegado la hora?
Seguro de sí mismo, Victoriano comenzó a frecuentar cierto boliche que era el predilecto de las gentes de color. Ya no era joven pero todavía se conservaba en una forma física aceptable. Acostumbrado a sostener diálogos ingeniosos y llenos de chispa fantaseando con los más variados interlocutores no le costó mucho pegar la hebra con cierta hembra que por allí rondaba.
Todo lo demás es pan, amor y fantasía. Ciertamente Victoriano había triunfado.
“Siempre es uno”, se camelaba Victoriano a sí mismo mientras deshinchaba la rueda de la bicicleta. Seguro de caminar equilibrado, contuvo el aliento al imaginar la proeza de atravesar sobre un alambre las cataratas del Niágara. Sí, siempre era uno mismo en las ensoñaciones tan frecuentes en las que se recreaba sin rebozo espiritual alguno. Porque Victoriano vivía para soñar despierto y no concebía otra vida que la vida soñada. Era un experto durmiente que programaba meticulosamente sus sueños -y alguna pesadilla- con talento de regidor.
Esa rueda...era un elemento discordante en la bien rodada vida soñada de Victoriano. Daba largos paseos en bicicleta recorriendo siempre los mismos barrios y andurriales de la ciudad. Pero la rueda trasera empezó a enflaquecer, a ganar en flaccidez. Y por más que la revisaba, la cámara, recauchutados, presión de aire adecuada...no lograba ya pasear a gusto.
Victoriano, hombre de hábitos bien marcados, no concebía que el mundo le opusiera una resistencia notable. Su regularidad en los asaltos del combate de boxeo que era la vida le salvaba de ser noqueado y su agilidad, cultivada mediante la versatilidad soñadora, le libraba de duros golpes. Por eso le parecía que la rueda le tomaba el pelo.
Exactamente, eso. La rueda se había propuesto desprogramarle la vida. Y Victoriano sabía que aquello no lo podría solucionar deshaciéndose de la rueda. Eso sería postergar, diferir el problema que la rueda representaba o simbolizaba, encarnizadamente. Todavía seguro de sí mismo, Victoriano soñó con la rueda. Preparaba sueños poliédricos, de escenarios en espiral ascendentes o descendentes, pero siempre manipulándola.
Creía sinceramente que, puesto que la vida es sueño, los sueños hacen a la vida. Pero día tras día, la rueda seguía dándole problemas. Victoriano vivía solo casi desde que empezó a soñar despierto, desde su juventud. Se llegó a preguntar si la rueda no sería un reflejo de su vida de la que hábilmente había logrado despejar cualquier oportunidad de vivir en pareja.
Sí, la vida podía estar devolviéndole los golpes que en solitario no le había podido propinar, a través de un Otro que era un objeto, no una persona a la que pudiera apartar de su lado. Empezó a soñar con ruedas antropomórficas, una suerte de Venus-Michelin. De la noche a la mañana empezó a sentir predilección por las mulatas del barrio. Victoriano casi nunca se había fijado en las mujeres. ¿Le habría llegado la hora?
Seguro de sí mismo, Victoriano comenzó a frecuentar cierto boliche que era el predilecto de las gentes de color. Ya no era joven pero todavía se conservaba en una forma física aceptable. Acostumbrado a sostener diálogos ingeniosos y llenos de chispa fantaseando con los más variados interlocutores no le costó mucho pegar la hebra con cierta hembra que por allí rondaba.
Todo lo demás es pan, amor y fantasía. Ciertamente Victoriano había triunfado.
viernes, 30 de septiembre de 2016
miércoles, 28 de septiembre de 2016
El recuadro en la ventana enmarcaba un paisaje de tejados y desmontes
del centro histórico de la ciudad. Había trazado ese marco en la ventana
para obtener una miniatura, que le daba toda la vida de que era capaz
su mundo liliputiense. Los Viajes de Gulliver acechaban desde la
estantería y dirigían, imaginación mediante, todo el cotarro. Al
servirse una taza de café no pudo dejar de notar que toda la ciudad,
cuando menos, se había achicado al tamaño de una hormiga. Y que las
altas voces de su pensamiento eran las únicas altas torres en esa
tierra.
lunes, 19 de septiembre de 2016
Un apunte de vida urbana
El remolino crecía absorbiéndolo todo a su paso. ¿Sería éste el titular del periódico del día de autos? Jaime recordó otros momentos en que le pareció desfallecer, eran tantos, restringió la búsqueda a los últimos meses, más resaltados. Se dio cuenta de pronto del estado de semi-inconsciencia en que se hallaba por el tenor de estos pensamientos. ¿Pero iba a ser pública y publicada su indolencia suicida? O su caída a los abismos del remolino...¿de su vida?
Jaime se incorporó y vio a lo lejos, a través de la ventana, el tren que cruzaba el camino de las siete y media. ¿Y a qué hora me acosté? No lo recordaba con claridad. Sólo sabía que la tarde anterior, deambulando con Juan, habían desarrollado un psicodrama en el cual él se llevaba la peor parte. Juan se había marchado tan ufano a hacerse una tortilla a las finas hierbas, había dicho. Y Jaime volvió a su casa con ganas de engullir la parca despensa de su hogar para rellenar el vacío que le había dejado la conversación.
Cuando se pesó en su báscula, como todas las mañanas, ¡albricias! ¡Un kilo menos! Regalos como aquel no caían del cielo todos los días...Su humor cambió repentinamente, recompensado por el destino y el metabolismo. Amarró ese estado a pensamientos positivos y salió de casa hacia el trabajo con el libro de relatos en la mano. Digna lectura para un viaje en metro, pensó.
Y se adentró en la boca de fauces bien abiertas. “El tubo digestivo de los infiernos”, y él saldría expelido en su estación correspondiente. Se concentró en la lectura y alcanzó a terminar un relato. Con media sonrisa en los labios emergió a la vida exterior de aquella plaza deslavazada.
Ahora llegaba lo mejor, seguramente, de la jornada, el dulce tránsito a través de las zonas avaramente ajardinadas, en la mente del urbanista, pero que le dejaban un muy grato sabor de boca. Saludó mentalmente a los gatos, los árboles, los pájaros de varias clases que se sucedían en pocos metros. Cuando entró en el recinto, el remolino enjundioso más próximo se hallaba a cientos, cuando no a miles de kilómetros de allí. No se volvió para no oír cantar a todos los pájaros a coro el dies irae
El remolino crecía absorbiéndolo todo a su paso. ¿Sería éste el titular del periódico del día de autos? Jaime recordó otros momentos en que le pareció desfallecer, eran tantos, restringió la búsqueda a los últimos meses, más resaltados. Se dio cuenta de pronto del estado de semi-inconsciencia en que se hallaba por el tenor de estos pensamientos. ¿Pero iba a ser pública y publicada su indolencia suicida? O su caída a los abismos del remolino...¿de su vida?
Jaime se incorporó y vio a lo lejos, a través de la ventana, el tren que cruzaba el camino de las siete y media. ¿Y a qué hora me acosté? No lo recordaba con claridad. Sólo sabía que la tarde anterior, deambulando con Juan, habían desarrollado un psicodrama en el cual él se llevaba la peor parte. Juan se había marchado tan ufano a hacerse una tortilla a las finas hierbas, había dicho. Y Jaime volvió a su casa con ganas de engullir la parca despensa de su hogar para rellenar el vacío que le había dejado la conversación.
Cuando se pesó en su báscula, como todas las mañanas, ¡albricias! ¡Un kilo menos! Regalos como aquel no caían del cielo todos los días...Su humor cambió repentinamente, recompensado por el destino y el metabolismo. Amarró ese estado a pensamientos positivos y salió de casa hacia el trabajo con el libro de relatos en la mano. Digna lectura para un viaje en metro, pensó.
Y se adentró en la boca de fauces bien abiertas. “El tubo digestivo de los infiernos”, y él saldría expelido en su estación correspondiente. Se concentró en la lectura y alcanzó a terminar un relato. Con media sonrisa en los labios emergió a la vida exterior de aquella plaza deslavazada.
Ahora llegaba lo mejor, seguramente, de la jornada, el dulce tránsito a través de las zonas avaramente ajardinadas, en la mente del urbanista, pero que le dejaban un muy grato sabor de boca. Saludó mentalmente a los gatos, los árboles, los pájaros de varias clases que se sucedían en pocos metros. Cuando entró en el recinto, el remolino enjundioso más próximo se hallaba a cientos, cuando no a miles de kilómetros de allí. No se volvió para no oír cantar a todos los pájaros a coro el dies irae
jueves, 15 de septiembre de 2016
martes, 13 de septiembre de 2016
lunes, 12 de septiembre de 2016
A destiempo
Deseo que la vida me ampare y me sosiegue. Esta brevísima oración atravesó el rostro de María, la noche del martes, justo al posarse su avión de regreso a casa. María saltaba ágilmente de señal de tráfico en panel indicador y semáforo, y vuelta a empezar, mientras conducía por la gran ciudad. El miércoles de mañana, con la vida por delante, desayunó sin prisa, leyó el periódico deteniéndose en los regatos que dejaban en forma de sueltos, algunas noticias importantes, y se vistió de época, de época contemporánea. No se le arremolinaban apresurados deberes, tenía como suele decirse, todo el tiempo del mundo.
Salió a la calle, a pasear con dulce morosidad y sin afán de desvanecimiento. El tráfago ciudadano no la desvaneció y se recortaba su silueta al sol. Se dispersó en mil y un afanes andariegos que reclamaban su aquiescencia a derecha e izquierda. Llegó al café de sus citas de toda laya, sola esta vez. Se sentó a una mesa y pidió un café. Se lo llevó el camarero del escorzo, como le apodaba. Tenía un aire su cara a medio garabatear, como si lo hubieran parido y criado con prisa. Sonrió y sorbió un poquito el café. No echaba azúcar, se había acostumbrado y le complacía cada vez que lo recordaba al saborear el amargor.
La mañana se estiraba en hilos finamente tensados, la telaraña se proyectaba fuera del establecimiento, muy lejos, a miles de kilómetros. María pensó en vidas posibles, vidas abiertas y no cerradas. Su marido, Juan, recién adquirida su condición de profesor invitado en una universidad de Puerto Rico, encarnaba una de ellas. “Está abierta”, desechando una miga ¿imaginaria? de su presencia, al borde de la mesa. Se levantó y dejó caer, tintineantes, unas monedas sobre la mesa.
Conducía despacio, sin levantar la vista del horizonte abierto y seco. Un toro de Osborne también oteaba el horizonte desde un altozano. No se podían cruzar sus miradas. “Elena llegará pronto”. María descrispó las manos alrededor del volante. No tenía nubes que guardar en su corazón. “Ligera de equipaje”, pensó. En la posada deshizo su maletín de viaje y contempló por un momento su ropa colgada en el armario. Era suficiente. Se metió en la cama y durmió.
Sueños incoloros vagaron fantasmagóricos toda la noche para desvanecerse cuando despertó, muy temprano. “No es la hora del desayuno”, y se preparó para expeler las horas que faltaban todavía, antes de levantarse, con cada expiración. En el comedor, pocos comensales, algunos en pie de guerra, otros en pie de paz. Se sirvió un café largo y algo de fiambre, un yogur y queso. Poco después estaba leyendo el diario de su ciudad en un saloncito. Papel y tinta contra los dedos, aún.
Pensó en la biblioteca infinita y en las infinitas vidas que la habían traído al mundo, “Borges”, se llamaban. María pensó en Elena que pronto volaría desde Puerto Rico y alzó la voz para pedir una tónica. “Es fiable y amarga”, ¿como su propia percepción del mundo? ¿Elenita pensaría eso de su madre?
Tenía 53 años y la biblioteca todavía no la había alcanzado.
Deseo que la vida me ampare y me sosiegue. Esta brevísima oración atravesó el rostro de María, la noche del martes, justo al posarse su avión de regreso a casa. María saltaba ágilmente de señal de tráfico en panel indicador y semáforo, y vuelta a empezar, mientras conducía por la gran ciudad. El miércoles de mañana, con la vida por delante, desayunó sin prisa, leyó el periódico deteniéndose en los regatos que dejaban en forma de sueltos, algunas noticias importantes, y se vistió de época, de época contemporánea. No se le arremolinaban apresurados deberes, tenía como suele decirse, todo el tiempo del mundo.
Salió a la calle, a pasear con dulce morosidad y sin afán de desvanecimiento. El tráfago ciudadano no la desvaneció y se recortaba su silueta al sol. Se dispersó en mil y un afanes andariegos que reclamaban su aquiescencia a derecha e izquierda. Llegó al café de sus citas de toda laya, sola esta vez. Se sentó a una mesa y pidió un café. Se lo llevó el camarero del escorzo, como le apodaba. Tenía un aire su cara a medio garabatear, como si lo hubieran parido y criado con prisa. Sonrió y sorbió un poquito el café. No echaba azúcar, se había acostumbrado y le complacía cada vez que lo recordaba al saborear el amargor.
La mañana se estiraba en hilos finamente tensados, la telaraña se proyectaba fuera del establecimiento, muy lejos, a miles de kilómetros. María pensó en vidas posibles, vidas abiertas y no cerradas. Su marido, Juan, recién adquirida su condición de profesor invitado en una universidad de Puerto Rico, encarnaba una de ellas. “Está abierta”, desechando una miga ¿imaginaria? de su presencia, al borde de la mesa. Se levantó y dejó caer, tintineantes, unas monedas sobre la mesa.
Conducía despacio, sin levantar la vista del horizonte abierto y seco. Un toro de Osborne también oteaba el horizonte desde un altozano. No se podían cruzar sus miradas. “Elena llegará pronto”. María descrispó las manos alrededor del volante. No tenía nubes que guardar en su corazón. “Ligera de equipaje”, pensó. En la posada deshizo su maletín de viaje y contempló por un momento su ropa colgada en el armario. Era suficiente. Se metió en la cama y durmió.
Sueños incoloros vagaron fantasmagóricos toda la noche para desvanecerse cuando despertó, muy temprano. “No es la hora del desayuno”, y se preparó para expeler las horas que faltaban todavía, antes de levantarse, con cada expiración. En el comedor, pocos comensales, algunos en pie de guerra, otros en pie de paz. Se sirvió un café largo y algo de fiambre, un yogur y queso. Poco después estaba leyendo el diario de su ciudad en un saloncito. Papel y tinta contra los dedos, aún.
Pensó en la biblioteca infinita y en las infinitas vidas que la habían traído al mundo, “Borges”, se llamaban. María pensó en Elena que pronto volaría desde Puerto Rico y alzó la voz para pedir una tónica. “Es fiable y amarga”, ¿como su propia percepción del mundo? ¿Elenita pensaría eso de su madre?
Tenía 53 años y la biblioteca todavía no la había alcanzado.
jueves, 8 de septiembre de 2016
Ya
no hay serpientes de verano...el monstruo del lago Ness, los Ovni, el
Yeti, han ido a dar en un Universo paralelo editorial...¿o será que el
verano se ha convertido en la estación a abatir? con temperaturas más
que tropicales y noticias que abren la boca del infierno...¿se habrá
concertado el Cosmos para evacuar del verano al ser humano para que la
Naturaleza pueda seguir procreando en paz en algún lugar? Si es así,
estamos un cuarto de año, más agostados, por una buena causa...
sábado, 3 de septiembre de 2016
Teclas blancas y teclas negras. Qué fácil sería decir: "blancas juegan y
ganan", por ejemplo. Pero la partitura se interpreta con ambas, blancas
y negras. La vida no nos da nada, antes nos quita (el infierno son los
otros). El sufrimiento no impide ser feliz (Dios nos da y nos quita). ¿Y
si viviéramos en el infierno de nuestros deseos y necesidades dándonos
la oportunidad de intentar ser felices? (el derecho a la búsqueda de la
felicidad inscrito en la Constitución americana). La Utopía, americana
en su origen, pero española, ya, no tendrá lugar? El Hombre, como
promesa, ya no tendrá lugar?
jueves, 1 de septiembre de 2016
Hoy es san Ataúlfo, que ató un elfo a su rosal con la mala suerte de que
se le clavara una espinita cerca de la uña y se le formase un uñero que
el santo le curó, llamándose en su recuerdo a partir de ese momento
ulfo a su elfo que aprendió a cuidar el rosal dándole excelentes frutos
al santo para su solaz
sábado, 27 de agosto de 2016
viernes, 26 de agosto de 2016
Los romanos, pragmáticos ellos, recordemos que crearon el imperio de la
ley, no descollaban sin embargo por sus virtudes capitalistas. Eso se
hace evidente si se considera que el tipo de fe calvinista, origen, se
dice, del capitalismo, es francamente incompatible con el genio romano.
No en vano hacían derivar el negocio, del no-ocio, nec-otio. Es curioso
que la primacía de la ley, y la consiguiente seguridad jurídica, no
generase un capitalismo avant la lettre, pero tradiciones
como la esclavitud pesaban mucho a la hora de mitificar el valor del
trabajo con la consiguiente sublimación del cuerpo, recinto limitativo
de las posibilidades de expansión del valor trabajo. A este respecto no
hay más que decir, para significar lo corporalizado del mundo romano,
que testificar o dar palabra, viene de teste, testículo, porque se daba
fe cubriendo con la mano los testículos.
viernes, 19 de agosto de 2016
Hoy es san Juan, el más psicodélico de los apóstoles como se ve en su
Apocalipsis, producto de visiones de aroma tan psicótico que atufan.
Dios podría haberle suministrado antipsicóticos, si no lo hizo, sería
por miedo a quedar a la altura de una planta química? Como es una planta química el árbol de
la Ciencia sin ir más lejos, así que Dios sí que puede aprender de sus
sucesivas experiencias, en el Alto Imperio Romano era más sabio que en
la época de Adán y Eva. Y actualmente lo es tanto que ya no le
interesamos gran cosa. Estará meditando sobre el onanismo cósmico?
miércoles, 17 de agosto de 2016
lunes, 15 de agosto de 2016
domingo, 14 de agosto de 2016
sábado, 6 de agosto de 2016
viernes, 5 de agosto de 2016
La
sensación de asfixia en el interior de la carcasa del velocípedo, que
avanzaba a la fulgurante velocidad de siete kilómetros por hora, era tan
grande que no hubo más remedio que bajar la ventanilla. Al instante se
coló en el interior un ángel que volaba bajo por el cielo de la ciudad.
Antes de morir asfixiado por el calor, son tan delicados los
ángeles...tuvo tiempo de decir: "Me he escapado de un cuadro de El
Bosco...¡ha sido horrible!". Todos los que nos apelotonábamos en el
interior dejamos fluir una lagrimita, que de lacrimal en lacrimal fue
haciendo subir la humedad hasta que constituimos un microclima tropical.
La piña colada nos esperaba en el bar del andén.
lunes, 1 de agosto de 2016
jueves, 28 de julio de 2016
Los sortilegios de la razón andan sueltos, en realidad nos traspasan,
fulgurantes a cada instante, el pensamiento se dirige raudo hacia
cualquier lugar y lo transforma sin pausa. El encantamiento del mundo
por la razón prosigue incansable, siglo a siglo y década a década. No
hay ninguna barrera, ningún obstáculo que puedan detenerla. ¿Sabemos
porque nos lo han dicho o porque sabemos? Tremenda cuestión que encierra
tantos y tantos sortilegios..."¡Anda a casa a por árnica!", le gritan
al niño que se ha caído, se ha resbalado de los brazos de la razón y
busca con desamparo cómo proceder. Porque la razón es ante todo una
querencia...
lunes, 25 de julio de 2016
Se puede dudar de la existencia de Dios, pero no al modo que se puede
dudar de la existencia del bosón de Higgs, éste está sometido a los
procedimientos del método científico y podemos asegurar que en un tiempo
por determinar quedará zanjada la polémica sobre su existencia. En
cambio de Dios sabemos con certeza que nunca quedará zanjada tal
polémica. Por regla general sabemos si un ente existe o no en nuestro
mundo. Así no cabe la posibilidad para un ente que existe en nuestro
mundo de que no exista en nuestro mundo y al revés. Las propiedades son
algo que se puede tener o se puede dejar de tener. La existencia no es
una propiedad, es la condición de posibilidad para un ente de tener
propiedades. Así, el ente “caballo” existe en nuestro mundo y se puede
decir de él que es blanco o gris o moteado o saltarín o juguetón. Y el
ente “unicornio” no existe en nuestro mundo y no cabe aseverar que sea
blanco o gris o … salvo en algún mundo posible pero no en nuestro mundo.
Pero “Dios” es un ente mal formado, o una malformación conceptual o un
monstruo conceptual. Los sueños húmedos o secos que podamos tener con
él siguen siendo por supuesto de nuestra única incumbencia.
martes, 19 de julio de 2016
Para la mente el único sitio es el mundo, es por eso que para la mente
ésta es mutuamente intercambiable con el mundo. Y, debido a la
comunicación, hay tantos mundos como personas que están en contacto.
Pero una persona no es todos los mundos, sino sólo el suyo. De este modo
se hace inconmensurable mente y mundo (o mundos) y surge el hiato entre
ambos, que es el desconocimiento. Es gracias al desconocimiento que
surgen las personas y el mundo, como entes separados. El conocimiento es
la oportunidad que tenemos de volver al origen, al seno materno en el
mundo. Así, la sabiduría sería el nacimiento, un re-nacimiento.
lunes, 18 de julio de 2016
Hoy es santa Tecla, que ofreció a Dios su tecla virginal para que éste
la pulsase y expulsase así toda concupiscencia y ludibrio. Pero, ¡ay!,
Dios no pulsó nunca y en la actualidad la tecla de santa Tecla se halla
expuesta como reliquia en la basílica de Letrán, donde, se dice que cada
17 de julio se oye algo así como el teclear gozoso de una máquina de
escribir resonando bajo sus bóvedas.
jueves, 14 de julio de 2016
Hoy es santa Teresa, criolla de buen ver que te rezaba cuarenta
avemarías y ochenta padrenuestros con tal velocidad y atropello que la
contrataron en la iglesia arciprestal, la de los ricos, a modo de
molinillo de oraciones budista sin saber la letra -la letra del budismo,
quiero decir-. Santa Teresa rezaba y rezaba y era la gloria de las
beatas del lugar que se veían por fin libres de tan dichoso menester y
se podían dedicar a cuchichear sobre los amores de la Perricholi. Su
santidad le viene de la funcionalidad de la máquina bien engrasada que
encarnaba pues nunca ningún resfrío, gripe, afonía o patatús alguno
interrumpieron sus monódicas preces.
miércoles, 13 de julio de 2016
Hoy es san Bartolomé Simpson, dueño del "multiplícate por cero" y otras
preces al uso de santos menores y algo menesterosos de cariño. San
Bartolomé Simpson tenía el don de la dislocación de los mundos, y él y
toda su familia y amistades vivían en un mundo paralelo apreciado por
los conocedores del género de la teleportación animada. No hay datos
fidedignos sobre su vida y obras, pías por supuesto, pero no ofrece duda
alguna la probidad de la inocencia del santo, niño por siempre jamás.
San Bartolomé Simpson no murió sino que descendió a los infiernos una
noche de Halloween, para mayor solaz de los penantes allá abajo. Está
considerado el santo patrón oficioso de los chinos que ya empiezan a
pagarse masivamente operaciones para revertir el rasgado de los ojos.
martes, 12 de julio de 2016
Hoy es san Francisco, que fue fraile durante casi toda su vida, era
esclavo negro liberto y tenía swing, y montaba unos pifostios en el
convento de padre y muy señor mío (de ahí lo de Fra n´ cisco).
Naturalmente, con estas bendiciones, san Francisco nunca optó al
priorato y se pasaba las horas muertas barriendo el refectorio y otras
estancias monásticas. En sus levitaciones místicas no le acompañaban
aleluyas angelicales sino ritmos endiablados de jazz y blues que,
ciertamente, todavía no se llamaban así
pero que tenían su público, sobre todo entre los novicios. Cuando murió,
unos franceses disfrazados de druidas que pasaban por allí, le
enterraron sobre una piedra solar que empezó a emitir destellos
psicodélicos y pop art hasta la desamortización de Mendizábal, momento
en que unos ingleses avispados se llevaron la piedra, con santo y todo, a
Sotheby´s, donde alcanzó un elevado precio como disco de gramola.
lunes, 11 de julio de 2016
Hoy
es san Juan, que bajó al Jordán a por agua para el canario flauta que
le había regalado Salomé, en prenda de su amor. San Juan lo cuidaba, al
canario, con esmero, atendiendo a la nobleza y prontitud en el pago de
su donadora, pues Salomé había debitado denarios en cantidad
indeterminada para la construcción del Aqua Park del Jordán,
emprendimiento del que san Juan se había hecho cargo en pro del solaz y
disfrute de todos sus bautizados. En efecto, ¿qué mejor fiesta del
bautismo que una tarde de aguas en movimiento?
domingo, 10 de julio de 2016
Hoy
es santa Artemisa, sacerdotisa pagana que dice las misas con arte. Arte
de Pan y de Apolo, músicos del mundo. Como los padres de la Iglesia la
quieren lapidar, ella ha puesto música a las eses que va haciendo
mientras camina, en rememoración de las procesiones báquicas, con lo que
ninguna piedra le atina.
Hoy es san Tander, que era banquero y usurero en una época en que no
había otros medios de pago que cargar todo el oro y la plata sobre sí.
Las recuas de mulas avanzaban lentamente con su pesada carga cuando san
Tander emprendía sus viajes de negocios. Un día arribó a una bahía en el
norte de España que le complugo hasta el punto de querer fundar allí
una ciudad. Dejó una parte del oro depositada al efecto a cargo de unos
colonos y llamó a la ciudad, pues era vanidoso, Santander. El santo la
vio crecer majestuosa y poderosa blandiendo sus doblones...Pronto del
santo se esfumó todo recuerdo y quedó su cuerpo en negativo que era
aquella ciudad. Son muchos los que se acercan como comulgantes para
comer y beber de ella.
sábado, 9 de julio de 2016
Hoy es san Marcial, que se enroló y se reenganchó varias veces en las
legiones romanas hasta retirarse con un lote de tierras cerca de
Itálica. San Marcial había estado destinado por mucho tiempo en el limes
danubiano y allí se había imbuido de los efluvios y rastros de la
tierra y el aire, con lo que, mientras araba su terruño, como era
presciente, leía en sueños los libros que escribiría siglos más tarde
san Claudio Magris. San Marcial fue mártir y bruto. Murió comido por los
leones en la arena luego de un arresto de cristianos, pero, oh,
milagro! antes de morir se transformó por obra divina en caballo blanco
que se enfrentó con bravura a los leones. En el limes dijo muchas veces,
Fir...mes! y esa fue su palabra de pase para los cielos.
viernes, 8 de julio de 2016
Hoy es san Fermín, tremendo cuatrero, pariente lejano de Ho Chi Minh, el
prócer vietnamita, anteponiendo a su común apellído el Fer (hierro)
francés de la lengua culta de su lejano pariente para remarcar su
innoble profesión. Sí, Fermín es ladrón de vacas, vaquillas y toros
marcados a fuego, a los que encierra en sus establos de Pamplona y los
hace trotar para que su carne adquiera ese puntito correoso tan del
gusto del gourmet. ¿No lo sabíais? El secreto de los sanfermines se
reduce al rabo de toro que sirven los restaurantes del casco viejo los
días de encierro, talmente a un tal Hemingway.
Jesús nació, creció, vivió y murió en galeras. Amarrado al banco de un
galeote, nunca aprendió a hablar pues el silencio era imperante entre
los remeros. Con sus paladas contribuyó a trazar un surco en el mar, lo
que creo expresa bien la fe en el destino humano. Así podían haberme
contado la historia de Jesús, y así os la cuento yo.
Hoy podría ser san José, que fue un niño toda su vida y como tal
alardeaba de sabiduría (decía siempre Jo!...Sé!). Pero los siete sabios
de Grecia interceptaron su comunicación telepática y empezaron a
proferir tal cantidad de axiomas, lemas y aforismos que al pobre san
José no lo quedó otra que inclinar la cabeza y no levantarla nunca más
de su banco de carpintero.
Hoy es san Julián, que luchó contra los molinos de viento del Séptimo
Arte, encerrados en su cabeza. Buscó con denuedo de cinéfilo la película
Julie y Ann pero no encontró más que confitura de caramelo sobre
peluquines, o miriñaques, postizos. Quiero decir, mucha basura y pocas
nueces. Es el santo chamán, el santo loco que proyecta a la luz potente
de sus ojos, múltiples fotogramas de esta nuestra vida.
miércoles, 6 de julio de 2016
Hoy
es santo Tomás que era un bebedor compulsivo y decía en sus delirium
tremens que procedía de Argentina (eso queda por la Caldea? se
preguntaban algunos, "es tierra de romanos", contestaba Tomás). Cuando
se despertaba en una Judea romanizada llena de termas y anfiteatros
volvía a beber para retornar a Argentina, decía, donde, al menos, Jesús
no estaba en ningún templo..."qué alivio", pensó.
domingo, 3 de julio de 2016
miércoles, 29 de junio de 2016
lunes, 27 de junio de 2016
sábado, 25 de junio de 2016
domingo, 19 de junio de 2016
sábado, 18 de junio de 2016
viernes, 17 de junio de 2016
jueves, 16 de junio de 2016
miércoles, 15 de junio de 2016
domingo, 12 de junio de 2016
jueves, 9 de junio de 2016
lunes, 6 de junio de 2016
sábado, 4 de junio de 2016
Hoy
es santa Mónica, que se retiró a vivir al desierto de la Tebaida junto a
otros monjes y monjas, muchos de los cuales habían sido anteriormente
nautas. Como vivían en comunidades entrelazadas, se les llamó
inter-nautas. Se decía que santa Mónica cuando fue una muchacha pagana
había perseguido a las ninfas liebre y tortuga por las playas de
Alejandría. Santa Mónica tenía una unión mística con el santo Genaro, y
eran famosas y dignas de verse sus levitaciones a dúo. Las malas lenguas
decían que santa Mónica era en realidad un demonio que tentaba al santo
Genaro con milanesas, sandwiches de miga y lemon pie, como nadie sabía
qué querían decir, nadie nunca hizo mucho caso.
jueves, 2 de junio de 2016
La completitud, ¿está fuera de nuestro alcance? ¿Seremos siempre partes
que buscan partes? Afortunadamente, sí. Estamos prendidos a trazos,
rasgos, chisporroteos, humo, que nos llevan de aquí para allá en un
intento por desvelar un enigma que no tiene solución. Afortunados!
porque la solución es montar el puzzle de la auténtica cara de la
muerte. Dicho en otros términos, asumir un ente, como el ser humano, en
su completitud, esto es, aislarlo completamente y cernirlo, sólo está al
alcance de quien se sitúe fuera del tiempo, ¿en la eternidad?...
lunes, 30 de mayo de 2016
domingo, 29 de mayo de 2016
sábado, 28 de mayo de 2016
viernes, 27 de mayo de 2016
"Te
embarcaste, surcaste mares, atracaste: ¡desembarca!", dice el
palimpsesto guardado en la Biblioteca Vaticana que dijo el emperador
Marco Aurelio...Me pregunto si no sería esta su particular máquina del
tiempo: ¿cuántas veces no habrá realizado estas maniobras en su vida el
patricio y luego emperador? A cada nuevo recuerdo, una nueva muesca en
una antigua, nueva, embarcación.
viernes, 20 de mayo de 2016
martes, 17 de mayo de 2016
domingo, 15 de mayo de 2016
martes, 10 de mayo de 2016
domingo, 8 de mayo de 2016
Volvió, perdió su cinta y ató un cabo de su coleta a la reencontrada
rasta de la memoria infantil. Su muñeca le acompañaba (en espíritu) pero
le costó mucho atar cabos y descubrirse niña, sólo una niña que perdió
su cinta verde allá en su juventud, amada por un laudista aficionado. En
su sempiterno peregrinar a la infancia ya no recordaba casi nada de su
amado (o era un cazador?), pero la música le taladraba el cráneo, una
música de imborrable belleza y ofrecida en banquete de alguna boda que
celebrarse pudo...
"La bella molinera" de Schubert, sonaba y sonaba en un despacho del paraíso.
(El secretario personal de Allende así deliraba bajo los efectos de la tortura, algún día tardío de septiembre de 1973.)
"La bella molinera" de Schubert, sonaba y sonaba en un despacho del paraíso.
(El secretario personal de Allende así deliraba bajo los efectos de la tortura, algún día tardío de septiembre de 1973.)
viernes, 6 de mayo de 2016
jueves, 5 de mayo de 2016
miércoles, 4 de mayo de 2016
lunes, 2 de mayo de 2016
domingo, 1 de mayo de 2016
sábado, 30 de abril de 2016
viernes, 29 de abril de 2016
Una sorda e intestina guerra civil se libra entre perrunos y
anti-perros. Es uno de los emblemas de la civilidad de la sociedad
contemporánea. Ambos partidos consideran que encarnan los más altos
valores de la comunidad. Las municiones de los anti-perros suelen ser
deyecciones de los perros de los perrunos. Estos contraatacan provistos
de bolsitas primorosas para la contención y amarre de los zurullos. La
guerra ha terminado! (antes de empezar). Sólo hace falta alzar el cuello
y la mirada hacia el Norte más civilizado y tomar buena nota.
domingo, 24 de abril de 2016
viernes, 22 de abril de 2016
El escudo...y el ariete
- ¡Qué tiempos cuando la libra irlandesa se convertía en lira de su escudo sólo ahorrando una letra!
Y mientras decía esto se sirvió un trago de malta.
- Recuerdo la peseta, y el franco y el florín holandés...dijo soñador su amigo.
- La vida con el euro tiene menos tornasoles.
Tañía en la imaginación la lira celta recordando cuentos de Borges sobre runas islandesas.
El otro zanjó la cuestión:
- Es más nítido el tintineo de un euro que la caída de veinte monedas nacionales.
Y deslizaba entre sus dedos un hielo de la cubitera.
Sacando una moneda de euro del bolsillo, dijo:
- ¿A cara o cruz?
- Cruz, siempre cruz. Y le pasó por la mente algún momento aciago de su matrimonio.
Su amigo le tomó la mano y la apretó un instante.
- Siempre tendremos la lluvia para borrar todas las lágrimas.
Y nunca más volvieron a cambiar divisas.
- ¡Qué tiempos cuando la libra irlandesa se convertía en lira de su escudo sólo ahorrando una letra!
Y mientras decía esto se sirvió un trago de malta.
- Recuerdo la peseta, y el franco y el florín holandés...dijo soñador su amigo.
- La vida con el euro tiene menos tornasoles.
Tañía en la imaginación la lira celta recordando cuentos de Borges sobre runas islandesas.
El otro zanjó la cuestión:
- Es más nítido el tintineo de un euro que la caída de veinte monedas nacionales.
Y deslizaba entre sus dedos un hielo de la cubitera.
Sacando una moneda de euro del bolsillo, dijo:
- ¿A cara o cruz?
- Cruz, siempre cruz. Y le pasó por la mente algún momento aciago de su matrimonio.
Su amigo le tomó la mano y la apretó un instante.
- Siempre tendremos la lluvia para borrar todas las lágrimas.
Y nunca más volvieron a cambiar divisas.
miércoles, 20 de abril de 2016
martes, 19 de abril de 2016
lunes, 18 de abril de 2016
viernes, 15 de abril de 2016
miércoles, 13 de abril de 2016
lunes, 11 de abril de 2016
Noticia del día: Por motivos que no vienen al caso, se ha establecido un
cordón sanitario para el esperma extranjero en Kenia. Como ya se sabe
lo retrógrados que son en esos países, se ha decretado que todas las
turistas que allí acudan serán consideradas a partir de ahora infieles a
sus parejas (no parece que hayan tomado en cuenta la posibilidad de que
no tuvieran pareja). En un ejemplo de ágil diplomacia se ha tendido un
puente aéreo con el Vaticano para importar monjas en la proporción
suficiente para que Kenia no se convierta en la nueva Sodoma y Gomorra
de Occidente. Seguiremos informando...
domingo, 10 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
jueves, 7 de abril de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
lunes, 4 de abril de 2016
domingo, 3 de abril de 2016
sábado, 2 de abril de 2016
viernes, 1 de abril de 2016
domingo, 27 de marzo de 2016
La Puerta, la Sublime Puerta que está (o estaba) en Estambul, y era la sede del sultán.
Quiero recordar aquí otras puertas que se han abierto, o cerrado, en mi vida. La puerta del ascensor, que casi nunca ha sido automática, y que me permite iniciar un viaje ascendente, o descendente, pero puramente laico. La puerta de la cocina, que recuerdo siempre abierta, no sé por qué. La puerta de mis sueños, que hace años está cerrada casi por completo a cal y canto. Ah, y la puerta de la vida, que no sé nunca si está abierta, cerrada o entornada pero que me permite viajar fundamentalmente alrededor de la nada, y así sea.
Mis puertas son porosas, dulcemente transpiran y se comban o abomban casi, casi, con la fuerza de mi respiración (inspiración, expiración). Nunca han representado un obstáculo mayor para mi.
A diferencia de esas puertas, para el creyente cristiano hay una Puerta que se abre o se cierra, inapelablemente, al son de gaitas celestiales.
Yo no tengo ninguna duda de con qué puertas quedarme. Y mis puertas son, casi todas ellas, solitarias y seguras en su dispositivo.
No quiero hacer comparaciones...
Ali-Baba abriría su puerta con una invocación, yo no tengo poder de convicción, ni quiero molestar a nadie.
Quiero recordar aquí otras puertas que se han abierto, o cerrado, en mi vida. La puerta del ascensor, que casi nunca ha sido automática, y que me permite iniciar un viaje ascendente, o descendente, pero puramente laico. La puerta de la cocina, que recuerdo siempre abierta, no sé por qué. La puerta de mis sueños, que hace años está cerrada casi por completo a cal y canto. Ah, y la puerta de la vida, que no sé nunca si está abierta, cerrada o entornada pero que me permite viajar fundamentalmente alrededor de la nada, y así sea.
Mis puertas son porosas, dulcemente transpiran y se comban o abomban casi, casi, con la fuerza de mi respiración (inspiración, expiración). Nunca han representado un obstáculo mayor para mi.
A diferencia de esas puertas, para el creyente cristiano hay una Puerta que se abre o se cierra, inapelablemente, al son de gaitas celestiales.
Yo no tengo ninguna duda de con qué puertas quedarme. Y mis puertas son, casi todas ellas, solitarias y seguras en su dispositivo.
No quiero hacer comparaciones...
Ali-Baba abriría su puerta con una invocación, yo no tengo poder de convicción, ni quiero molestar a nadie.
jueves, 24 de marzo de 2016
miércoles, 23 de marzo de 2016
domingo, 20 de marzo de 2016
jueves, 17 de marzo de 2016
miércoles, 16 de marzo de 2016
miércoles, 9 de marzo de 2016
lunes, 7 de marzo de 2016
martes, 1 de marzo de 2016
sábado, 27 de febrero de 2016
viernes, 26 de febrero de 2016
jueves, 25 de febrero de 2016
miércoles, 24 de febrero de 2016
martes, 23 de febrero de 2016
La rosca del conocimiento se digerirá tanto más fácilmente cuanto menos
ahíto estés. Debes superar el ansia por conocer y así saborearás sus
delicias sin envilecer ni lo que ya conoces ni lo que no podrás ingerir
por más que te esfuerces. Ama al objeto o al ente y, si hay un instante
de paz, lo harás tuyo casi sin saber que estás comiéndote la vida.
lunes, 22 de febrero de 2016
domingo, 21 de febrero de 2016
viernes, 19 de febrero de 2016
jueves, 18 de febrero de 2016
¿Y
si estuviésemos equivocados respecto a nuestros sentimientos?, ¿y si
sentir algo por algo o alguien fuese, en un mayor o menor gradiente,
amor? (Mientras no fuera odio o indiferencia, que en cualquier caso
sería o una detracción de amor o un cese del amor, todo lo demás). Así,
desde el amor de las esferas celestes, que las impulsa y sostiene, hasta
el amor del guijarro por su hermano guijarro, se manifestaría la fuerza
física esencial. Una sola fuerza: el amor. Si ello fuera así, se podría
traducir a un mínimo común denominador toda nuestra vida psíquica.
Modestamente pregunto, si así fuera, ¿no seríamos más felices?
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