viernes, 22 de abril de 2016

El escudo...y el ariete

- ¡Qué tiempos cuando la libra irlandesa se convertía en lira de su escudo sólo ahorrando una letra!
Y mientras decía esto se sirvió un trago de malta.
- Recuerdo la peseta, y el franco y el florín holandés...dijo soñador su amigo.
- La vida con el euro tiene menos tornasoles.
Tañía en la imaginación la lira celta recordando cuentos de Borges sobre runas islandesas.
El otro zanjó la cuestión:
- Es más nítido el tintineo de un euro que la caída de veinte monedas nacionales.
Y deslizaba entre sus dedos un hielo de la cubitera.
Sacando una moneda de euro del bolsillo, dijo:
- ¿A cara o cruz?
- Cruz, siempre cruz. Y le pasó por la mente algún momento aciago de su matrimonio.
Su amigo le tomó la mano y la apretó un instante.
- Siempre tendremos la lluvia para borrar todas las lágrimas.
Y nunca más volvieron a cambiar divisas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario