martes, 4 de noviembre de 2014

- El cielo ha de morir entre tus manos...
- O sea, vivirás solo.
- Sí, bueno, no lo hubiera dicho mejor
- ¿Y desde cuando eres profeta?
- Desde que Dios me tocó con su diestra...
- O sea, desde que vives solo.
- Sí.
- Mira, es una buena forma de decirlo, "Dios me tocó con su diestra"
- Como quieras, perdona, tengo muchas cosas por hacer.
- Bien, Jeremías (y colgó el teléfono para ponerse a chatear en Facebook)


Diálogo ilustrativo del porqué no es buena la cosecha de profetas hogaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario