- O sea, vivirás solo.
- Sí, bueno, no lo hubiera dicho mejor
- ¿Y desde cuando eres profeta?
- Desde que Dios me tocó con su diestra...
- O sea, desde que vives solo.
- Sí.
- Mira, es una buena forma de decirlo, "Dios me tocó con su diestra"
- Como quieras, perdona, tengo muchas cosas por hacer.
- Bien, Jeremías (y colgó el teléfono para ponerse a chatear en Facebook)
Diálogo ilustrativo del porqué no es buena la cosecha de profetas hogaño.
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