lunes, 7 de septiembre de 2015

A correa rota de perro, todo son liendres. O al revés, las causa-efecto con ellos siempre tienen algo de imprevisible. Por ejemplo, cavar la tierra compulsivamente no indica para nada la proximidad de un tesoro canino. Pero que te laman compulsivamente en la cama sí es un tesoro. Resonancias...cósmicas? Reciben señales de seres que no podemos percibir? Realidad o fantasía, para un amo contento...todo son perros. (Y para los acompañantes también).

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