Si quieres delirar, que sea por fiebre y no por locura (permanentemente), porque si no pasarías de la dieta de la razón a la sinrazón de la hambruna.

Los monjes budistas aprovecharon el día de sol en la altiplanicie para echar a volar sus cometas. Jugaron a enlazar y desenlazar aire, papel, madera y seda en un laberinto de corrientes de aire. Cuando cayó al suelo la última cometa, la suerte del ritual de fertilidad estaba echada.

El letrado chino pintó con un pincel de un solo pelo al leopardo blanco que asolaba los campos. Cuando terminó, él y la nada eran uno.

"Te embarcaste, surcaste mares, atracaste: ¡desembarca!", dice el palimpsesto guardado en la Biblioteca Vaticana que dijo el emperador Marco Aurelio...Me pregunto si no sería esta su particular máquina del tiempo: ¿cuántas veces no habrá realizado estas maniobras en su vida el patricio y luego emperador? A cada nuevo recuerdo, una nueva muesca en una antigua, nueva, embarcación.

Hoy es san Procopio, verdaderamente no se me ocurre otra cosa que decir más que rima con periscopio...(porque rectoscopio ya queda un poco como para tres en raya).

La mejor representación artística de una alucinación psicotrópica es un interior de pintura flamenca.

La soledad es el estado adusto del ser humano, desdén a veces de la compañía y otras, las mejores, de la propia individualidad.

Cuando un paracaidista quiere fantasear, abre un paraguas.

El sábado de santoral precede al lunes de resurrección de los cuerpos, que no de las almas, fecundo violador de sueños. Se recomienda a los espíritus sensibles que el domingo lardero se acuesten temprano y antes de dormirse emitan un suspiro de alivio.

Volvió, perdió su cinta y ató un cabo de su coleta a la reencontrada rasta de la memoria infantil. Su muñeca le acompañaba (en espíritu) pero le costó mucho atar cabos y descubrirse niña, sólo una niña que perdió su cinta verde allá en su juventud, amada por un laudista aficionado. En su sempiterno peregrinar a la infancia ya no recordaba casi nada de su amado (o era un cazador?), pero la música le taladraba el cráneo, una música de imborrable belleza y ofrecida en banquete de alguna boda que celebrarse pudo...

"La bella molinera" de Schubert, sonaba y sonaba en un despacho del paraíso.
(El secretario personal de Allende así deliraba bajo los efectos de la tortura, algún día tardío de septiembre de 1973.)

Felicidad, es un cine de barrio.

Una orgía extendida indefinidamente (que no perpetua, que a eso no podemos alcanzar) sería el mayor incitador al suicidio por hastío. Lo mismo cabe decir de las vidas más longevas: el secreto es resistir al aburrimiento.

El negociado de la sinrazón ha reducido su horario de atención al público: ahora sólo atiende un milisegundo de cada dos.

¿Cómo dar vida a una serpiente de mar multicolor hace 50 años? Poner a dos amantes separados por un Océano a darse las buenas noches por teléfono y dejar que las ondas sigan su curso por el cable submarino.

El reglamento es a la burguesía lo que la ley al monarca absoluto: la ocasión de mitificarse.

La hidromiel se le administra a los dioses en gotas: es cada una de las palabras de todos los mitos.