domingo, 7 de marzo de 2021

La mente no domina al cuerpo...la reina Isabel II, la española y decimonónica, cierto día le asestó a un general (o almirante) una sonora bofetada, llevada de la indignación. Este, respondió que "manos blancas no ofenden". Pero los cuerpos del tal general y de la tal reina se enredaron una y tantas otras veces, antes o después, no recuerdo. Y la mente que, aleteante, dijo tal frase o mantra, no regía, no... Otro ejemplo. El lecho de Procusto. Los cuerpos que se aserraban, por los pies, no cupieron en la cabeza de ningún pintor (yo, al menos, no tengo en la cabeza a ninguno, lo que no es ninguna garantía, por cierto, pero es otro ejemplo sobrevenido). Por último, y no menos importante, el cuerpo sí domina a la mente. Quien haya puesto atención y seguido la lectura hasta aquí, ha visto por lo menos a una reina y a un general (en su mente) y, para pasmo general, no le han mandado nada (a su cuerpo). Con lo que, tu cuerpo, estimado lector, ha gozado casi de 30 segundos de independencia y solaz, que habrá aprovechado convenientemente.

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