miércoles, 23 de marzo de 2022

En el apartado, "Confesiones en Facebook", una pequeña hoja de ruta que se podría titular, "La nave de los locos", como la película homónima. Ahí va: La realidad caducó hace ya un tiempo. Actualmente, mi vida es una comedia dramática en la que soy un actor, o bien, puede que esté muerto y yerto. También podría ser que fuese, por oposición, el amo del mundo (o del cotarro) por lo que las casualidades me rinden pleitesía. O bien, hubiese sido indultado de algún grave delito, y la reinserción, progresiva, consistiese, dada mi condición de pavo real en ejercicio, en acumular puntos en cada una de las casillas (o interpretaciones de la realidad posibles) que acabo de mencionar. Caben bastantes posibilidades, aparte de las anteriores. Pero todas ellas tienen como piedra de toque, la virtualidad de rendir cuentas de mi paulatino acercamiento a la condición de Narciso Bello, sí, el primo con suerte del pato Donald. Sí, no sé si será porque soy feliz, "todo me sale bien" últimamente. Y como no estoy acostumbrado a esto, todavía no al menos, tengo que estirar bastante la coherencia de mi accionar en el mundo. De ahí que por un atavismo realista tenga que poner en duda la realidad, mi realidad, claro está. "Loco de remate", diréis. Es otra interpretación posible.

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