lunes, 17 de marzo de 2025
Es posible que actualmente el número y la calidad de experiencias adecuadamente frustrantes de los jóvenes esté decreciendo. Según algunos psicólogos sólo las vivencias frustrantes, debidamente valoradas y procesadas internamente, se convierten en experiencia vital, siendo las vivencias placenteras únicamente objeto de disfrute y no de meditación. Así, el aprendizaje y maduración como persona se fundamenta en la frustración, debidamente procesada y valorada. Si los jóvenes acumulan menos experiencia, ¿será casualidad que, correlativamente, su ego se vaya acrecentando, incluso a veces desmedidamente? Sería curioso que hubiera un quantum estable para cada persona de potencial psicológico, formado por el conjunto compuesto de exterioridad (experiencias) e interioridad. Siendo el ego una parte de la interioridad, a menos cantidad de experiencia debería haber probablemente mayor cantidad de ego. Pudiera ser que la hipertrofia del ego fuera la válvula de escape que con mayor economía de medios (psicológicos) permitiera equilibrar esta ecuación. ¿Y no es precisamente así? Me encanta divagar sobre estos temas...
sábado, 8 de marzo de 2025
Si la ontología queda en suspenso como cuestión filosófica, la libertad también pues no es solo cuestión de energía en un campo sino de masa, masa crítica que se coagulaba alrededor del ser (humano). Y si la libertad cesa, en qué queda Occidente sin su valor esencial? Será este un momento de reconciliación? Occidente y Oriente tirarán del mismo carro? Todas las flatus vocis anteriores, pues eso son, quedan asimismo en suspenso pues nadie, nadie (o casi nadie) ha leído mi libro...en el que argumento sobre estos temas. Así, hay al menos un ego, el mío, que se yergue impávido para contradecirme a mi mismo. De modo que la verdad tendrá que hallarse en otra parte, en una tarde lluviosa aquí, hago, de verdad, como quien oye llover.
lunes, 24 de febrero de 2025
Una mentira sumergida en su medio desaloja la misma cantidad de realidad de signo inverso. Pues la mentira bien encaminada genera una realidad alternativa y opuesta a la que desmiente explícita o implícitamente. Es así la mentira la única máquina del tiempo realmente existente. Vivimos todos los seres vivos, capaces de mentira, en continuos virajes y cambios de rasante de nuestra realidad. No es de extrañar que la máquina descarrile a cada tanto. Pero la única víctima es el ridículo.
viernes, 14 de febrero de 2025
Creo que hay un flujo de pensamiento (entiendo aquí por pensamiento también percepción y sensaciones de todo tipo), solo conozco uno. Ahora bien, el titular de ese flujo de pensamiento no sé muy bien quién es. Es decir, la conciencia (ser consciente de ese flujo de pensamiento) se me escapa. Es normal, puesto que solo puedo acceder a ella como a un pensamiento más. Así, no creo que piense luego exista (en una posterior versión Descartes elimina la conexión lógica intermedia y expresa "pienso, existo"). Como veréis, si existir es para mi algo que está inmerso en la duda, no os extrañe si extrapolo y digo que lo que exista (el mundo) está desafectado y, francamente, no me importa en qué estado esté. Luego, la ontología para mi, (lo que haya, lo que sea que es real) no es una cuestión filósofica pertinente. Me importa mucho más la narración, o el pequeño libro de mi vida como queráis decir. Las historias, y luego la Historia, me interesan vitalmente. Es, quizá, mi pequeño homenaje a Ortega ahora que se cumplen alrededor de 100 años desde su florecimiento intelectual.
lunes, 3 de febrero de 2025
Los tiempos. El metrónomo y el diapasón internos que todos llevamos a cuestas. Nuestra vida toda es una coreografía que traemos medio aprendida por educación y experiencia y que modificamos, aquí y allá, para mejorar - o empeorar - en algún punto. El baile, por extensión lo lúdico, el juego, son nuestra savia y nos dan, o nos quitan, vitalidad. Todo esto es bien sabido. Danzad, danzad, malditos... era el título de una película. Yo bailaré, y espero que alguna vez, muy hacia el final de mi vida, alguna variación del baile de San Vito... si alguna araña compasiva me quiere hacer el favor.
viernes, 24 de enero de 2025
Es la primera vez en casi 500 años que el centro peninsular tiene capacidad de contrapesar económicamente a la periferia. La región del gran Madrid pesa más que el primer periférico, Cataluña. Hasta el siglo XVI el centro, Castilla, tenía mayor importancia económica que la Corona de Aragón, grosso modo el arco mediterráneo. La balanza se decantó claramente en el siglo XVIII y desde entonces había seguido así. El gran Madrid no solo incluye la región de Madrid sino también casi todas sus provincias limítrofes: Toledo, Guadalajara, Ávila, Segovia y, en menor medida creo, Cuenca. Están muy imbricadas y forman en alguna medida un conurbano, conectado por AVE con lo que seguramente, de aquí a poco, el halo madrileño se extenderá a Salamanca y quizá Valladolid, configurando en esencia otra vez el núcleo de Castilla. Es un vuelco histórico de gran importancia y una de sus primeras consecuencias, a largo plazo, será un mayor peligro para la unidad de España. Hasta ahora había tendencias centrífugas, independentistas, en algunas zonas pero ahora ya despunta entre los habitantes del interior un mayor desapego y despreocupación hacia las veleidades independentistas de alguna región. Claro es, se sienten más seguros de sí mismos y fuertes y empiezan a pensar que no necesitan ni siquiera económicamente a los díscolos que quieran separarse. A partir de ahora puede que Castilla deje voluntariamente de llevar las riendas de España. Quedamos emplazados para algún momento del futuro...Quien vaya a poder verlo.
sábado, 11 de enero de 2025
Ya bastante antes del Brexit, en Reino Unido eran muchos los que pensaban que los europeos continentales no les querían, les tenían envidia o cuando menos, cierta tirria. Es posible que esta presunción de mala fe hacia los europeos tuviera origen en la forma en que Inglaterra perdió su imperio colonial. A diferencia de España, por ejemplo, que perdió el suyo sin medias tintas ni paliativos en el primer cuarto del siglo XIX, ¿se podría fijar claramente una fecha para la que Inglaterra perdió el suyo? Sí, era ya otra época y los flujos económicos del capitalismo permitían y propiciaban un engarce entre antiguas colonias y metrópoli que hace mucho más difusos los límites entre colonialismo y simple paternalismo económico. Así, Gran Bretaña forjó, en un santiamén, la Commonwealth o Comunidad de Naciones. De esta forma, ante un Imperio que es y no es al mismo tiempo, la ambigüedad psicológica en que resulta para los británicos podía quedar mitigada si empezaba a presuponerse en el otro por antonomasia que son los europeos continentales, una animadversión manifiesta, producto, supuestamente, de la envidia y resquemor ante el poder y la gloria inglesa. Si ladran, cabalgamos, en este caso sobre las olas. Pero la consecuencia de estos años continuados de no querencia continental llevó, de rebote, a odiar a los odiadores, y tiro porque me toca, al Brexit. Con lo que ahora, Reino Unido está solo ante el peligro otra vez, pero sin el amortiguador de un imperio colonial realmente existente. Parece que cerrar en falso el necesario trauma ante la pérdida de las colonias ha llevado a Gran Bretaña a tomar el camino equivocado...Quién sabe, muchas vueltas da la historia.
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