sábado, 10 de abril de 2021

El individuo libre y responsable, basamento del siglo XIX liberal, es una decantación progresiva de lo que se puede llamar el hombre-sociedad de la época pre-capitalista: esta expresión creo que sintetiza la idea de que el hombre tradicional es una aleación del conjunto indivisible de todos sus pares sociales, y su diferenciación y decantación produce, claro, al hombre liberal. La enfermedad natural del hombre liberal es el narcisismo, esto es, dejar de amar a la diferencia para amar a lo idéntico. La diferencia surgía naturalmente de la interrelación entre hombres libremente responsables (y que por tanto han dejado la coalescencia para estar separados lo suficiente como mínimo para poder verse y reconocerse mutuamente como individuos y ese hiato, esa oquedad ya los diferencia). Pero ese hombre "redondo", una suerte de mónada social, por independiente y autónomo, puede fácilmente caer en la tentación de mirarse el ombligo con la consiguiente pérdida de vista. A medida que se fue generalizando ese onanismo surgió el hombre-masa propio del siglo XX, que vendría a ser una suerte de manifestación de narcisismo colectivo, luego de profundo desequilibrio - y enfermedad - colectivo, pues el narcisismo solo puede manejarse, con cuidado, en formato individual.

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