jueves, 19 de junio de 2025

Naturalmente, la diferencia fundamental entre ciencias duras y humanas es que tratan respectivamente, de objetos y de sujetos. Podría decirse que ello implica diferencias en la aplicación del “poder” coercitivo de ambos tipos de disciplinas. Así, la física “impone” al objeto la teoría concreta de que se trate sin posibilidad de réplica o discrepancia por parte de este. Y al imponerle la teoría le impone el tipo de preguntas que le hace y por tanto el margen de respuestas posibles. A diferencia de las ciencias humanas en las que el sujeto siempre tiene posibilidad de réplica. Quiero decir que el discurso de la física se detiene llegado a un punto y esto es lo que caracteriza a la verdad bien fundamentada de su ciencia. Cuando no se puede añadir nada más, ahí se encuentra una verdad científica. Este criterio pragmático de la verdad no se puede aplicar en ciencias humanas pues lo que caracteriza al discurso entre humanos es que no tiene fin. Siempre se puede decir algo más. Con lo que nunca se alcanza verdad alguna. La ciencia humana es siempre materia de opinión.

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