martes, 10 de octubre de 2017
viernes, 6 de octubre de 2017
El sudor de final de verano nos prepara para los catarros, resfríos y
constipados de cambio de estación, que son, a día de hoy, las señales
más fiables de la llegada del otoño astronómico, y ya casi nunca
meteorológico. Actualmente el otoño es así una cuestión más individual
que colectiva, recogida que expansiva. Al cabo, ¿no es de tal modo como
siempre fue?
lunes, 2 de octubre de 2017
domingo, 1 de octubre de 2017
Vita nova
La suavidad del canto de los pájaros por entre los árboles fronteros agita mi espíritu, ya de por sí proclive al devaneo y la percusión.
Adviene la semilla en flor de almendro bajo mi mirada miope y tenuemente desvaída. La señal de que nunca he necesitado drogarme se acaba de hacer patente.
La provisión de pertrechos es suficiente como para no requerir de estímulos adicionales con que acariciar el mando del televisor.
La línea de la vida se desarrolla a través del canto de los pájaros (¿por entre los árboles fronteros?) y su melodía se enzarza en suave disputa con el regusto medio amargo de la almendra en mi boca.
- Barajando, barajando -
No hay quien pueda con ella, con la vida, pero siempre está a punto de decirnos que no. Sólo que no la dejamos.
El hombre que es todos los hombres, y el único hombre, está ahí, todavía, cuando he despertado de la siesta.
La verdad no me habita pero el ardite que no me importa, sí.
Y esto y aquello y todo esto, ¿sólo por decir sí? Haberlo dicho antes, hombre.
La suavidad del canto de los pájaros por entre los árboles fronteros agita mi espíritu, ya de por sí proclive al devaneo y la percusión.
Adviene la semilla en flor de almendro bajo mi mirada miope y tenuemente desvaída. La señal de que nunca he necesitado drogarme se acaba de hacer patente.
La provisión de pertrechos es suficiente como para no requerir de estímulos adicionales con que acariciar el mando del televisor.
La línea de la vida se desarrolla a través del canto de los pájaros (¿por entre los árboles fronteros?) y su melodía se enzarza en suave disputa con el regusto medio amargo de la almendra en mi boca.
- Barajando, barajando -
No hay quien pueda con ella, con la vida, pero siempre está a punto de decirnos que no. Sólo que no la dejamos.
El hombre que es todos los hombres, y el único hombre, está ahí, todavía, cuando he despertado de la siesta.
La verdad no me habita pero el ardite que no me importa, sí.
Y esto y aquello y todo esto, ¿sólo por decir sí? Haberlo dicho antes, hombre.
miércoles, 27 de septiembre de 2017
La secuencia de ignición se inició al levantar la mano para preguntar
al orador de esa noche sobre las terribles consecuencias de la guerra
intestina entre significante y significado.
En un rápido encadenamiento, un fogonazo de electricidad estática recorrió mi brazo alzado como un pararrayos y fue a dar a los ojos del conferenciante, lo que dio comienzo a una segunda secuencia de ignición.
Raudos mentalmente, como extensiones del cerebro que son, los ojos de ambos contendientes lucharon, guiñaron, se esforzaron y retorcieron hasta dar lugar...a la respuesta.
La pasividad del conferenciante no tendió ninguna cama entre ambas vidas, sólo descorrió, levemente, el velo de Maya, a los puros efectos, infinitesimales, de levantar un poco el polvo de la cama.
En un rápido encadenamiento, un fogonazo de electricidad estática recorrió mi brazo alzado como un pararrayos y fue a dar a los ojos del conferenciante, lo que dio comienzo a una segunda secuencia de ignición.
Raudos mentalmente, como extensiones del cerebro que son, los ojos de ambos contendientes lucharon, guiñaron, se esforzaron y retorcieron hasta dar lugar...a la respuesta.
La pasividad del conferenciante no tendió ninguna cama entre ambas vidas, sólo descorrió, levemente, el velo de Maya, a los puros efectos, infinitesimales, de levantar un poco el polvo de la cama.
miércoles, 20 de septiembre de 2017
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