La prudencia aconseja que quien camine debe evitar dejar pistas, luego el ideal del caminante debería ser borrar el camino tras de sí; así se evita también la tentación de rehacer el camino y perder el futuro.

Perder el pasado es el requisito mínimo para que el futuro te encuentre, pero además debes tener algo entre manos, o entre los pies, que no podrá ser el camino borrado.

Así pues es requisito necesario esbozar un camino, pero recuerda que si las bifurcaciones enamoran, el círculo perfecto que es el sosiego del alma, se encuentra siempre donde rozan tus pies,...o donde tientan tus manos.