Equivocarse es salir por la puerta falsa. Pero si estabas buscando una puerta, la has encontrado y no la has encontrado a la vez, o sea que estás en la situación del gato indeterminista de Schroedinger, que está muerto y está vivo a la vez. No es mala situación esa, la de vivir alguna de las siete vidas de un gato, sobre todo si ya ha perdido alguna. Emocionante.
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