El alimento de los dioses en el Jardín de las Hespérides son las manzanas de oro, las naranjas...que comemos 2500 años más tarde ya sin remordimientos. El paso de lo sagrado a lo profano es más lento que la germinación de una idea seminal. Las ideas son los mosquitos que perforan poco a poco el caparazón de lo sagrado. Y hasta que podamos ducharnos de agua sabia de esa alcachofa milenaria todavía tienen que pasar eones.
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