lunes, 10 de agosto de 2020

En la muerte de Pere Casaldàliga, obispo de los pobres, protector de los indefensos, amparo de los niños y de los ancianos, que subió a los cielos en el día de ayer, Pedro Casa de Águila. De René de Chateaubriand, autor de las "Memorias de ultra-tumba", se han conservado los borradores en los que hacía infinidad de correcciones partiendo, muchas veces, de un texto bastante pobre. Así se me ocurre que debía trabajar el obispo Casaldàliga, con esfuerzo y constancia a partir de bases muy precarias. Descanse en paz Pedro.

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