martes, 23 de febrero de 2021

Aaron Copland, compositor americano de mediados del XX, decía que para una buena audición había que escuchar todas las notas. Sin embargo, en muchas obras, eso supone una suerte de condena a galeras musical. Un buen truco es escuchar - y seguir - la línea más grave de la ejecución. En el barroco, por ejemplo, el bajo continuo. No me hubiera gustado encararme a Aaron Copland.

No hay comentarios:

Publicar un comentario