El otro día fue santa Apolonia, y, zas...pensé en Guillaume Apollinaire, eximio poeta y seudónimo de un noble polaco exiliado en Francia. El otro día...san Anselmo, y como por ensalmo, pensé en la prueba ontológica de san Anselmo (para demostrar la existencia de Dios). Muchos días me ocurre y alguna persona que está cerca de mi sufre cada día mi búsqueda ansiosa de auditorio por la mañana. Loada sea santa Catalina! (que no cató a Lina y por ello fue santa).
No hay comentarios:
Publicar un comentario