sábado, 22 de octubre de 2022

Aristóteles decía que solo se puede conocer de lo general. Lo que parece mostrar un profundo desprecio por lo particular, por los entes concretos. Pero, pensando un poco, ¿en qué consistiría conocer un ente particular? Sería alcanzar indubitablemente la verdad (la verdad de algo). Mas la verdad, como sabemos, es siempre esquiva, porque si no lo fuera habríamos alcanzado el absoluto, algo que ni nos conviene como humanos ni está a nuestro alcance. Para obviar el arduo problema de la verdad, Aristóteles - y Platón - nos ofrece esta solución. De lo general solo sabemos, como es natural, generalidades (el agua de los conceptos siempre se nos escapa por entre los dedos). Y mediante los silogismos aristotélicos, da movimiento, cierta vivacidad (como un juego de manos), a lo general. Este es el consuelo que nos ofrece Aristóteles para nuestras miserias cognitivas.

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