domingo, 19 de noviembre de 2023

Dejar de pensar. Eso mismo hago, lo intento, bastante a menudo. Por lo menos varias veces a lo largo del día. No me creo que los inanimados, desde un split de aire acondicionado a un armario de cocina pasando por un refrigerador, no piensen. A mi no me engañan. Es fácil pillarlos, sobre todo a los dotados de algún movimiento. Sí, os habréis fijado en que, por ejemplo, si escucháis música, se acopla de alguna manera, en algún ritmo o giro en la canción, el motor del frigorífico o algún sonido o chasquido del split. Yo tiendo a creer que todo es narración. Y toda narración requiere de casualidades que se convierten en causalidades. Me da igual ser tachado de animista ("Animista!", es un insulto?). Por supuesto hay personas humanas, puesto que también hay personas animales y, para mi que soy creyente, personas divinas. Y toda persona merece un respeto esencial. No digo que haya que tratar a los perros y gatos, o a Dios, igual que a tu vecino, pero un respeto...Y ya con lo mineral, como decía antes, no me atrevo a especular si hay personas chaise-longue o personas tostadoras de pan, pero haberlas, haylas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario