lunes, 5 de febrero de 2024

El lenguaje verbal no llega a conclusiones, en general. Por definición, siempre se puede seguir hablando. A diferencia de la comunicación entre animales no humanos que alcanza la comunicabilidad perfecta (ya que no hay más de lo que se "dicen" unos a otros), la utilización del lenguaje verbal comporta siempre la imperfección pues no llega a conclusiones. Prueba a intentar "cerrar" un diálogo (hablo hipotéticamente) y se te abrirán de inmediato varias vías de agua por las que mana un hilillo de comunicación (todo lo que se podía haber dicho y no fue dicho). Siempre se puede añadir, o sustraer, alguna parcela comunicativa, en cualquier diálogo. Puesto que no se llega a conclusiones no se puede "salir" del lenguaje verbal. Es, así, un ámbito cerrado (sobre sí mismo) a diferencia del lenguaje de los animales no humanos. Por decirlo metafóricamente, el lenguaje verbal utiliza la fuerza de la gravedad, tiene masa; mientras que el lenguaje de los animales no humanos es pura energía.

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