lunes, 19 de febrero de 2024

Yo creo que ser rey, o miembro de una familia real, lo ilustra bastante bien el siguiente chiste de hace unos años. Felipe, que entonces era príncipe, va y le dice a su madre: ¡Mamá, mamá, soy guey, soy guey!. Y la Reina, con su bronco acento germánico, le dice: No, hijo, el guey es tu padre, yo soy la gueina y tú eres el príncipe. Así se las ponían a Felipe II (o Carlos III, o Fernando VII). Los pobres mortales de a pie, en cambio, tenemos que vivir, o sea, tenemos que darnos de cabezazos contra la pared porque vivir, si es algo, es un contratiempo. Y un chiste que nos contamos unos a otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario