viernes, 7 de junio de 2024

Siempre hay al menos 2 opciones ante cada situación pues el lenguaje verbal es fundamentalmente binario (si-no) ya que no hay creación ex-novo. Al hablar, por ejemplo, si afirmo algo estoy "royendo" de alguna otra porción de realidad la materia, ni que sea conceptual, con que construyo mi afirmación. Hablar, y hacer, es siempre reconstruir. Así, se levantan siempre a la vista lo construido y los montoncitos de escombros de los que he tirado para construir. Al afirmar, implícitamente, tengo por delante lo afirmado y también lo negado, conformado este por lo derruido que he utilizado. Es otro ejemplo del principio de acción-reacción que me parece la herramienta básica de lo humano. Esto da al ser humano una incompletitud esencial pues nunca se acaba de "cerrar" una opción. Y ser incompleto es así la marca de la casa humana. Ser incompleto, imperfecto, sin acabar nunca es lo que permite, seguramente, que hayamos podido conceptualizar el tiempo y, de paso, cualquier otro concepto. Para ser fiel a mi mismo no puedo aspirar a la perfección. Con lo que fallar y errar son el emblema de mi vida. Si no puedes es que estás vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario