lunes, 8 de julio de 2024

"Historia de la eternidad", "El fin de la eternidad", son dos títulos de obras de Borges y Asimov, respectivamente. A mi me parece más logrado, literariamente hablando, el de Borges, aunque los dos aluden al mismo concepto paradójico. Así me siento yo un poco esta mañana de post-Orgullo, en la que mi noche loca ha consistido en aguantar en mi casa estirando la noche hasta las 12, hora en que en la aledaña plaza de Pedro Zerolo cesaba la música orgiástica, y a continuación, apagar todas las luces y dormirme. Hoy sería yo objeto de un cuento de Asimov, seguramente, al darme cuenta de que mi estabilidad - serenidad - presente es un poco el resultado forzado - y así, a regañadientes - sencillamente de haber ido cumpliendo años y no morir en el intento. Y así, soy un sobreviviente de mi mismo, de mi yo de otras épocas en que intentaba disfrutar irrefrenablemente apurando hasta las heces el vaso lleno que me ofrecía la vida. Sencillamente no es que roce con el dedo gordo del pie la ataraxia sino que se ha ido reduciendo hasta convertirse en un hilillo de vida mi caudal. Y yo que creía ser un poco sabio!

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