sábado, 30 de junio de 2018
Lo feo suele ser evidente mientras que lo bello se oculta. ¿Será que
estamos orientados a la belleza y así lo feo resulta más difícil de
ocultar? ¿Lo feo como indicador de que alrededor -encima, debajo- se
oculta la belleza? ¿La belleza fruto prohibido que sólo podemos comer
con ayuda de feos tentáculos?
miércoles, 27 de junio de 2018
lunes, 25 de junio de 2018
Hoy es san Juan, día de incendios y -esperemos que no- quemaduras de
segundo grado. Aunque si el corazón se inflama tampoco es tan grave (¿no
será al revés?). En cualquier caso, san Juan podría ser el santo de los
tostados, que es como se dice al sandwich mixto en tierras
rioplatenses. Si me como uno, ¿será entonces una forma de antropofagia?
(Me refiero a que me comería al santo, en efigie, por así decir...). En
fin, son muy buenas también las meriendas madrileñas, con las tortitas
con sirope en la cafetería de El Corte Inglés, por ejemplo...De los
incendios del corazón, a la inflamación del consumo...¿por dónde nos
llevas, san Juan?
domingo, 24 de junio de 2018
El
horno caliente
El
verano ya ha llegado al hemisferio boreal, y el verano se abre
oficialmente -sentimentalmente- con la noche de san Juan.
Es
una noche en muchos lugares plagada de rituales mágicos en los que
el fuego juega un papel preponderante.
Permitidme
un localismo, yo pasé parte de mi infancia y mi adolescencia en
Barcelona y allí sí que se celebra a lo grande la noche mágica de
san Juan.
Hogueras
en los cruces de calles para quemar lo viejo y purificar antes de la
llegada de lo nuevo, verbenas en las azoteas de los edificios y coca
de san Juan, un dulce tradicional que se asemeja a una pizza dura y
crujiente.
Todo
ello regado con el cava catalán. ¡Cuántos recuerdos de noches de
san Juan!
Ahora,
aquí en Madrid, todo es distinto. ¡Mucho mejor si tenemos en cuenta
que no se lanzan petardos!
Nuestros
pobres y queridos animales de compañía así no sufren de estrés. O
al menos, no por ese motivo.
Otro
localismo, aquí en Madrid el verano se abre oficialmente con la
semana del Orgullo Gay. Y lo dejo ahí.
¿Qué
nos trae a la mente el verano? El verano es la estación de la
cigarra, como el invierno lo es de la hormiga.
El
verano es lujo vital, derroche de todo tipo de sensaciones y
emociones. La estación en que por fin salimos definitivamente en
paños menores a la calle.
Y
la mejor estación para los ciclistas urbanos y los corredores. Para
todos los demás, es la estación del aire acondicionado. Sí, de los
resfríos y catarros estivales, ¡tan temidos!
Y
las huelgas vitales, las holganzas. Es la estación prodominante de
las vacaciones en que se producen aluviones de gentes desplazándose
arriba y abajo.
Hay
un monasterio en Burgos, llamado el de las Huelgas Reales. Es un Real
Sitio. Quiere decirse que en algún momento, los reyes lo utilizaron
de aposento y Corte.
Mi
recuerdo infantil asociado al monasterio es el de la exposición de
dos trajes de corte de la época medieval. ¡Enormes y larguísimos!
Para gigantes. ¿Hemos mejorado físicamente la especie o nos hemos
empequeñecido? Misterios de la Historia.
Y
este artículo tan peregrino, tan sin centro ni compás, es,
estilísticamente, mi aporte al homenaje a la estación de la
holganza que de algún modo hay que alabar pensando en augurios
favorables para lo que nos resta de calida fornax (horno caliente),
por cierto, según algunos el origen del nombre de California.
sábado, 23 de junio de 2018
El mundo es un continuo "sorpasso", como la "performance" de la que
todavía no era la emperatriz Teodora, antes de cazar a lazo a su marido,
en el Hipódromo de Bizancio, exponiéndose toda revestida de dorados
ante el pueblo y el Basileus. Y la muerte, -como la fijada en la vista
de todos, por los siglos de los siglos, de la ya emperatriz en los
mosaicos de Santa Sofía-, por ser un alto en el camino, siempre ha sido
un delito en este mundo.
jueves, 21 de junio de 2018
martes, 19 de junio de 2018
Me imagino que ver la entrada de un famoso en la cárcel será como vivir
el rodaje de una película en tu calle. Mucho ruido, mucho jaleo.
Estricto control de entradas y salidas. Te tomas un café con un tipo de
producción. La diferencia está en vivir un sueño hacia atrás o hacia
adelante. Porque te imaginas al famoso descontando los días de condena y
a ti adelantándote mentalmente al final del rodaje. En cualquier caso,
al final de la escapada siempre está el descanso del relax, sea entre
rejas o en tu casita, mientras sales como un señor, de nuevo, a la
calle.
lunes, 18 de junio de 2018
Las nubes no lloraban, pero sentían los cielos bajar. La hondonada les
cubría de ataques, pero también podía ser una trampa mortal. Los
extraterrestres vagaban, pero no deliberaban. Eran poetas, e invocaban a
su planeta casi por automatismo. Desde una colina cercana, un par de
excursionistas contemplaban la hondonada. "¡Cómo aúllan esos perros!",
le dijo el uno al otro.
miércoles, 13 de junio de 2018
Si comparamos la filosofía con la matemática, vemos a un pícaro español
del Siglo de Oro contrapuesto a un ingenuo. La filosofía no es veraz
mientras la matemática, sí. Justificación: si atribuimos 1 a un perro en
funciones de perro policía custodiando, ojo avizor, una caja de
galletas y 0 a lo que su padre humano piense que piensa el niño peludo
de nosotros, la ontología -la teoría del ser en filosofía- debería haber
explorado con cierta enjundia el intervalo entre 0 y 1 (y no lo ha
hecho). Ya sé que estoy haciendo trampas y dando a la psicología, tanto
humana como animal, la parte por el todo (pues la filosofía es "la
madre" de la psicología), pero, ¿qué haría la matemática? Declarar
cerrado el intervalo entre 0 y 1 y empezar a contar los infinitésimos
pasos que separan a la caja de galletas del pensamiento en acto.
domingo, 10 de junio de 2018
Réquiem
por el hombre-masa
La
civilización consiste en que lo de antes sea exactamente igual a lo
de ahora, menos la tasa de variación debida al caos.
La
estabilidad es un valor, mejor dicho una característica o
subproducto que aparece en los sistemas democráticos e igualitarios.
Porque
no hay estabilidad, intrínseca, en una dictadura o un sistema que
genera profundas desigualdades, sin mecanismos correctores.
La
irrupción de la libertad, es, en los casos anteriores, profundamente
desestabilizadora. No así en los sistemas democráticos reales.
En
estos últimos, se puede aplicar el aserto de Spinoza, y la libertad
surge desde la seguridad de que la piedra que cae cuesta abajo, cree
que rueda libremente.
Esto
no es una forma de cinismo, sino la descripción de que la libertad,
en estos sistemas, es intrínseca y consustancial a ellos.
Así,
en democracias igualitarias, la libertad no puede ser
desestabilizadora. Entiendo por desestabilizadora, la fuerza que
destruye el sistema para reemplazarlo por otro.
En
democracias igualitarias se impone el reformismo más o menos
pragmático. Ello es así, porque la soberanía popular está
fragmentada en poderes tan microscópicos cuanto individuos contenga.
Nadie
puede arrogarse el poder del pueblo, ni siquiera el pueblo mismo.
Esto es, hay individuos que luchan por sus vidas, por tener una vida
mejor, pero que en ningún momento coagulan para dar la voluntad
popular.
Los
representantes del pueblo son sólo eso, representantes. Y puede
haber movimientos políticos que intenten remedar a los movimientos
de masas de los años 30, pero no pueden movilizar en acto más que a
porciones reducidas del pueblo.
Porque
la red que liga a los individuos como a insectos sociales en una
colmena, une uno a uno, pero no a uno con todos más que vicariamente
y de forma metafórica.
Podemos
mencionar a las redes sociales como ejemplo. De este modo cada
individuo sabe en todo momento cual es el estado de la colmena,
grosso modo, con lo que las representaciones del hombre-masa que se
dieron en el pasado son actualmente imposibles.
Entonces,
en el pasado, las grandes marchas y reuniones monstruo podían
influir en el ánimo de cada cual haciéndole bascular en su
pensamiento político del lado de los grandes títeres, al intuir que
era toda la sociedad la que tenían detrás.
No
así hoy día, cuando la información del estado real de la colmena
fluye entre todos los individuos de ella.
Son
millones de esferas informativas sin centro las que ciernen a la
colmena y la definen como lo que es. La reunión de individuos sin
centro y sin culmen.
El
pueblo es así, en las sociedades democráticas con tendencia a la
igualdad, pragmáticamente inexistente.
De
ahí que no haya efectivamente, lucha de clases. Y de ahí la
tentación de las élites de asumir todo el poder, o más
modestamente, de achicar espacios cada vez mayores en los que su
presencia sea determinante.
El
gran desafío de nuestras sociedades, es pues, articular un cuerpo
social, formalmente un gigante, pero de hecho conformado por millones
de pequeños individuos que no tienen anhelo unitario, ni
ciertamente, visión global.
Por
ahora, seguiremos vistiéndonos con los ropajes de la democracia
representativa clásica, pero en algún momento habrá que encontrar
nuevo sastre.
Siempre somos seres imaginarios pues no nos suele gustar descansar en la
realidad de cualquier verdad, sino por el contrario, regodearnos en la
imaginación de la incertidumbre. Así, estirando el brazo, tocamos con la
mano una pared, "la eternidad", que es como llamamos a la realidad que
no hemos de conocer. Mientras que, con la otra mano, tocamos -quizá- el
arte como el sempiterno trabajo que siempre postergamos, una y otra vez,
para entender la realidad y entendernos a nosotros mismos. Para ello,
para lograr la postergación, siempre buscaremos, ingenuamente, al
artista en el arte, psicologizando lo que no es sino un manantial
increado de belleza.
martes, 5 de junio de 2018
Lo malo es siempre el límite de la virtud, pues la bondad y la maldad se
presentan siempre en una díada inseparable, donde resaltan más los
contrastes. Así, el agua del río en el que no nos bañamos dos veces
tiende a ser imbebible (¿invivible?) y no potable es la característica
de la mayor parte de nuestros gestos cotidianos, cuando siempre queremos
señalar a la paloma blanca que levanta el vuelo de algún río del que no
ha de volver a beber. Cuanto peor, mejor? Sin duda habrá que lavarse
los dientes con algún agua que nos sobrará para acabar de ser mejores.
Pero recuerda, la virtud como los dientes recién lavados sonríe siempre.
A quién? A su contrario, como no podía ser menos.
domingo, 3 de junio de 2018
En política hay que ser mascarón de proa o pez-escoba de acuario. El
pez-escoba sólo necesita para sobrevivir que haya suficiente basura a su
alrededor. El mascarón de proa tiene unos meses para afianzarse, tiene
que conseguir que la mayoría reme mirando en la misma dirección. Eso es
fácil de lograr si por un extraño azar, o bien por una mera
concatenación de circunstancias, la mayoría piensa en la pecera como
buen lastre que soltar al fondo del mar. Así, la distancia entre el
mascarón de proa y el pez-escoba es el rastro de basura que se ha
generado. Pero ambos viven en mundos, y tienen dimensiones, diferentes.
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