miércoles, 28 de diciembre de 2016

La huella de la bota sobre la nieve encerraba un misterio que Alex tenía que desvelar para seguir caminando con cierto temple a la altura de los pasos helados. "El pie está cristalizado", pensó. Así reducía la imagen de la huella de la bota perfectamente encapsulada en la materia cristalizada. "¿No será una huella de Blancanieves?", pensó con un punto de angustia mal acallada por imágenes waltdisneyanas que acudían a su mente. Y mientras esto se decía, trastabilló y casi se cayó sobre la blanda nieve. Risueño tras el mal paso, Alex ya sabía lo que le tenía que contestar a la esfinge de los hielos. "Antes incluso de que me pregunte", se dijo ufano.

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