viernes, 9 de diciembre de 2016

La lotería es al Estado un atributo de la monarquía absoluta. Fue durante el despotismo ilustrado, a finales del XVIII, cuando se instauró esta forma de juego. Así, nos recuerda que el Estado moderno se conforma mediante una sucesión de estratos geológico-políticos, en el que ninguno es negado, a lo sumo ocultado por otro estrato superior. El Estado sigue siendo el Leviatán de Hobbes, adaptado como mucho al homo ludens contemporáneo que juega a no saber reconocerse en un muy antiguo espejo: el de la corriente de la Historia.

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