miércoles, 13 de mayo de 2020

Imaginemos que las ciudades están provistas de ventiladores gigantes, con aspas de 300 metros, digamos, que sirven para mantener los cielos despejados de nubes en casi cualquier condición atmosférica. Seguramente diríamos que lo anterior es un engaño al entendimiento. Pero echemos un vistazo a la realidad. ¿Qué nos impide detectar más engaños al entendimiento? En principio cualquier actividad humana podría ser parte de tal engaño, pues siempre podemos construir los razonamientos que nos lleven a ello partiendo de un punto u otro. ¿Cuál sería la piedra de toque? Creo que no hay otra mas que los prejuicios y supuestos racionales e irracionales de cada cual.

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