jueves, 14 de octubre de 2021

Yo creo que comprometerse en una relación es un poco como la idea - brillante - de Descartes según la cual Dios, para sostener la creación, creaba a cada instante el Universo. Así, hombres y mujeres como somos, damos todo de nosotros para que nuestra relación se mantenga. Hay (¡cómo no!) un pero, y es que Descartes no sé si se dio cuenta de que esa creación permanente implicaba acumular innúmeros fines del mundo, en un a modo de industria divina de la muerte (del tiempo). Y eso me trae a la mente una visión de Hitler como gran industrial de la muerte en los campos. Hitler hizo de la ejecución, que era discreta, algo continuo, en tanto los convoyes ferroviarios aportaban constantemente un flujo de condenados. En eso se parecía al Dios de Descartes. Pero Hitler nunca se comprometió con Eva Braun (lo del final fue una pantomima), así que creo estar autorizado a deslindar conceptualmente los términos utilizados en la frase inicial de esta entrada. Modestamente humanos, hay que hacer todo lo posible para que el compromiso que cada quien tenga, se mantenga. Y si he contribuido con un granito filosófico a intentar dar por acabada la modernidad, ¡loado sea Dios!

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