- ¡Agua va!
Y llovió en las profundidades.
Poco a poco, los niveles hormonales subieron y la continencia volvió a reinar sobre la meteorología corporal.
- ¡Usted es un auténtico visionario! Un Savonarola de la vida diaria.
- Poco a poco, hijo mío, piano piano.
(Los medios de comunicación de masas le tironeaban para comprarle la exclusiva).
Andaba ahora vestido con una piel de cordero.
- ¡Usted sí que sabe!
- Sí, pero ahora uso desodorante y francamente...no es lo mismo.
(Decía esto mientras se rascaba por debajo de la piel de cordero).
Y fíjese, se me está oscureciendo la piel.
(Ahora tenía pelaje de lobo o asimilado).
- ¡Eso no es nada, pelillos a la mar!
(Y se deshacía de pequeñas guedejas de entre los dedos).
- ¡Lluvia, mi dorada lluvia, por qué me has abandonado!
jueves, 17 de enero de 2019
lunes, 14 de enero de 2019
sábado, 12 de enero de 2019
jueves, 10 de enero de 2019
Cuando salí del hospital, traspasando las puertas de cristal automáticas, me sentí débil y desvalido. No en vano, habían sido cerca de catorce días en el paraíso tibio donde florecían las almas de invernadero. Fuera, hacía frío y era invierno. Lo peor de todo es que fuera, ¡no había ya salida! Y la vida, que entonces era monótona y muy aburrida, volvía por sus fueros. Hablo de hace más de diez años, ¡cómo he cambiado y cómo han cambiado las cosas! Pero, entonces...no llovía sobre la ciudad, sino sobre mi corazón.
martes, 8 de enero de 2019
Alan Turing, el famoso lógico de entreguerras, no sólo ideó el test que lleva su nombre para intentar descubrir a una máquina inteligente, sino que también ideó una prueba para calibrar la madurez de los que alguna vez habían leído el cuento de Blancanieves. Llevó a su fin lógico, y no fantasioso, el acto de la bruja: inyectó arsénico en una manzana y se la comió (eso ya fue en los años 50). El hecho de que casi nadie se horrorizase ante su muerte muestra claramente que tuvo éxito en su empeño.
sábado, 5 de enero de 2019
Caballos que vuelan: una manada suspendida en las alturas de una meseta. Ese fue el principio -y el fin-, el alfa y el omega de mi primera excursión de senderismo, in illo tempore. Siempre supe que los caballos voladores nunca me abandonarían porque hice un relato del viaje. Perdido hace ya tiempo, queda esa imagen en mi mente, que no vuela, sino que se desliza sobre raíles como de tranvía, imagen recurrente esa de una película alemana de los años 20, "Sinfonía de una gran ciudad". Creo que mi mente es más sinfónica que pictórica, pero aun así, los caballos vuelan.
jueves, 3 de enero de 2019
El ruido -en teoría de la información, es ruido todo lo que no es información- es una información que no comprendemos todavía. Dicho de otra forma, es nuestro margen de maniobra para llegar a obtener algún sentido. Y, como tal, es un estado inestable que está siempre a punto de caer del lado de la estabilidad. Así, el ruido es la información en sus momentos de optimismo, la euforia de la información.
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