Ella se ocultaba detrás de una mentira grande y alargada como un biombo,
asomaba la cabeza y volvía a esconderla. Así hasta colmar la paciencia.
Ella juega a ser otra que es otra que es otra. Triple salto mortal! y
remontando las otredades se llega a la mismidad, o sea, el biombo se
pliega a la hora exacta en que llega a la cita. Ella. Corolario: un
biombo sirve para muchas cosas, pero no para interponerse entre ella y
su cita.
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