viernes, 28 de diciembre de 2018

A veces sueño que vuelvo al hospital (estuvieron cerca de amputarme una pierna). Las noches, sobre todo, aunque el internamiento no se prolongue más allá de doce o catorce días, son mil y una noches, de una Scheherezade mala. Ella también tiene que evolucionar al bien que está al cabo de sus relatos. Sus noches, porque son las tuyas, vuelven una y otra vez, en una constante expectativa de mejora y cambio. Regeneración. No sólo física sino también moral. Porque un hospital es sobre todo el sanatorio de las almas.

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