miércoles, 6 de marzo de 2019

El filósofo Pascal, niño de ocho años (creo), dedujo en pleno siglo XVII las proposiciones de la geometría que Euclides maduro había determinado cerca de 2.500 años antes.
El mismo Newton, había dado una versión de esta cuestión. "Mi único mérito, dijo, es haberme subido en los hombros de gigantes precedentes".
En estos dos casos se ve muy bien lo que se quiere decir al hablar de que la ciencia es acumulativa.
El arte en cambio ha seguido una traza distinta. ¿O no?
Sólo tendríamos que introducir las variables de períodos de decadencia y períodos de desarrollo para seguir una línea discontinua acumulativa desde las Venus paleolíticas hasta...¿Goya? ¿Goya inicia ya un período de decadencia que todavía dura?
Puede resultar sintomático que Goya fuera español. España como tal, comenzada con los Reyes Católicos, es una historia de decadencia -con algunos repuntes aislados-, por lo menos hasta mediados del siglo XX.
Hoy día, ya plenamente integrados en la decadencia de Occidente, muchos no sueñan sino con una gran marea que arrase todo a su paso y de lugar a un nuevo comienzo.
Para un socialdemócrata de pensamiento, pero conservador de corazón como yo, quizá no sea esta mi visión de la jugada. Pero síntomas, hay muchos.
Perdonad la digresión, porque en una tarde de fantaseos metafísicos (ay, la compacidad del ser...), adobados de música tanguera, haya escapado por un momento de lo esencial, a saber, si finalmente lloverá mañana.

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