Los perros no jugamos a la inmortalidad. Somos seres sociales plenos, a diferencia de los humanos que son mitad sociales, mitad egocéntricos (cuando menos). Eso nos hace vivir para siempre en nuestro grupo y no hacer fugasmundi como ellos. La mitad de los humanos somos, o queremos ser, perros. (Aclaración para la mitad de los humanos que nunca quisieron dejar de ser solo humanos).
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