sábado, 21 de diciembre de 2019

El tabú originariamente es la prohibición de un objeto o estado en una cultura determinada, que quedaba excluido de la realidad de sus miembros. Así, quedaría un hueco en el continuo espacio-temporal que resultaría de lo más desasosegante. Sería un elemento del que no pudiera afirmarse ni negarse nada, ni siquiera su existencia. Se puede considerar al tabú como el elemento fundante, la piedra miliar en que se basaría una cultura por su inversión de las reglas que rigen a todos los demás elementos. Lo que permitiría también, dado el caso, cancelar a esa cultura, aboliendo el tabú. Es la traslación sociológica de la idea del tiempo cronológico que es el fundamento del mundo o realidad inmanente. El tabú evolucionó hacia una prohibición moral más o menos abstracta, ya no asociada a un elemento determinado. Pero, ¿seguiría vigente en su tenor fundante de nuestra cultura, o nos hemos vuelto lo suficientemente anormales como para que nada pueda inmutarnos? La respuesta, en cada quién con su cadaunada.

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