lunes, 23 de diciembre de 2019

La felicidad suele ser simbólica. Suele simbolizar algo distinto. Lo que resulta mágico porque te despiertas feliz y al ratito almuerzas una comida casera y tan rica como un menú de 50 euros (por lo menos), o recibes el calor de un coro de humano y cuatro voces perrunas cantando a capella. Sí, ser feliz es cosa enjundiosa y delicada a la par, hay que lograr que coincidan genios tutelares con su tutelado correspondiente. Confieso que he vivido...sin lugar a dudas.

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